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Miles de niños en Haití, impulsados por la pobreza y el hambre, se han unido a bandas criminales, siendo obligados a participar en actividades ilegales y a sufrir abusos, informó Human Rights Watch. La intensificación del reclutamiento infantil se debe a las acciones de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad y la Policía Nacional de Haití, según diversas organizaciones de derechos humanos.
Los niños en Haití viven en extrema vulnerabilidad
Miles de niños en Haití, empujados por la pobreza y la falta de recursos, se han integrado a bandas criminales, donde son forzados a participar en actividades ilegales y sometidos a abusos, según Human Rights Watch. Estos grupos han intensificado el reclutamiento infantil en respuesta a las operaciones de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad y la Policía Nacional de Haití, según organizaciones locales e internacionales.
Los menores, en su mayoría, se ven atraídos por la promesa de alimento y protección, ya que muchos viven en condiciones de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, las niñas enfrentan riesgos adicionales, como la violencia sexual. A menudo, los niños que se niegan a colaborar con las actividades delictivas son castigados con palizas y amenazas.
A pesar de los esfuerzos del gobierno transicional y de las agencias internacionales, los niños que desean salir de las bandas a menudo se enfrentan al rechazo de sus comunidades y familiares. El gobierno debe priorizar medidas que protejan a estos menores y les brinden acceso a la educación, mientras reciben apoyo para su reintegración social. Para ello, se requiere un mayor respaldo internacional.
Conflictos armados y violencia
El informe 2024 de la ONU sobre niños en conflictos armados alerta sobre el aumento de la violencia de bandas en Haití, afectando gravemente a niños y adolescentes. Se destacan violaciones como el reclutamiento forzado, asesinatos y ataques a escuelas. Aunque no se considera un conflicto armado, la situación es crítica.
Entre enero y septiembre de 2024, 105 menores fueron asesinados, y más de 300.000 niños han sido desplazados. Los grupos criminales han intensificado el reclutamiento infantil, usando redes sociales para atraer a los menores. Además, la violencia ha provocado un aumento de heridos, con muchos niños temiendo represalias si acuden a hospitales.
La crisis humanitaria es grave: 125.000 niños sufren desnutrición severa y más de 3 millones necesitan ayuda. Las escuelas siguen cerradas debido a la violencia, afectando a 160.000 niños, mientras que las familias desplazadas ocupan muchas de ellas. El sistema de salud está colapsado, dificultando el acceso a servicios básicos y apoyo psicológico.
Reclutamiento de menores por grupos criminales
Human Rights Watch entrevistó a menores en zonas controladas por pandillas en Haití, revelando que la pobreza extrema y el hambre los empujan a unirse a estos grupos. Los niños realizan tareas como informantes, portadores de armas y participantes en enfrentamientos, mientras que las niñas sufren explotación sexual. A pesar de los esfuerzos internacionales, el gobierno enfrenta dificultades para detener el reclutamiento y proteger a los menores, debido a la violencia y la falta de recursos.
Recomendaciones:
- Movilizar fondos internacionales para mejorar la educación y protección infantil. UNICEF ha recibido solo el 30 % de los fondos necesarios para la educación y el 25 % para la protección de los menores.
- Reforzar la desmovilización y reintegración, con un enfoque especial en la protección de las víctimas de violencia sexual y el apoyo psicosocial.
- Fortalecer la formación de la Policía y la MSS en derechos humanos, con énfasis en la protección infantil y el manejo adecuado de los menores en conflicto.
- Reactivar el sistema educativo, asegurando el acceso a la educación, reabriendo escuelas y ofreciendo servicios básicos a menores en riesgo.
- Mejorar los servicios de salud y justicia, garantizando acceso a atención médica y asistencia legal, especialmente para las víctimas de explotación.
- Fortalecer el sistema judicial, estableciendo unidades especializadas para la protección y reparación de los derechos de los menores.
- Priorizar la reintegración de menores, basándose en principios de justicia restaurativa y asegurando que las detenciones sean medidas excepcionales.
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