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Hasta once personas mueren de hambre y malnutrición cada minuto en el mundo, un ritmo que supera la actual tasa de mortalidad de la pandemia de Covid-19, que es de siete personas por minuto, según el informe publicado este viernes por Oxfam Intermón bajo el título ‘El virus del hambre se multiplica’, que alerta de que los conflictos continúan siendo la principal causa de necesidad desde la irrupción de la pandemia.
Decenas de millones de personas pasan hambre
La ONG también ha denunciado que alrededor de 155 millones de personas en el mundo viven en una situación de crisis alimentaria o incluso peor, lo que supone 20 millones de personas más que el año pasado. Además, en torno a dos de cada tres de estas personas pasan necesidad a consecuencia de la guerra o los conflictos en sus países.
El informe también ha reflejado que más de medio millón de personas viven sumidas en una situación cercana a la hambruna, seis veces más que en 2020. Ha quedado latente que la inestabilidad económica, acentuada por la pandemia, y el agravamiento de la crisis climática han llevado a decenas de millones de personas a pasar hambre.
El trabajo señala al desempleo masivo y a las grandes alteraciones en la producción de alimentos como los culpables de que el precio de los alimentos se haya disparado un 40 %, el mayor aumento en más de una década. Igualmente, los conflictos, la pandemia y el agravamiento de la crisis climática han empujado a más de 520.000 personas al borde de la hambruna.
El gasto militar mundial ha aumentado en 51.000 millones de dólares
La responsable de Países Frágiles de Oxfam Intermón, Lourdes Benavides, ha explicado que “en lugar de hacer frente a la pandemia, las partes en conflicto han seguido luchando entre sí".
También ha señalado que, a pesar de la irrupción de la pandemia, el gasto militar mundial ha aumentado en 51.000 millones de dólares, cantidad suficiente para cubrir seis veces y media la financiación requerida por las Naciones Unidas para acabar con la necesidad en el mundo.
Mientras tanto, los conflictos y la violencia han provocado que el número de desplazados internos haya alcanzado un máximo histórico, llegando a los 48 millones de personas a finales de 2020.
La inseguridad alimentaria se sigue agravando
Según un reciente análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases, más de 350.000 personas en la región de Tigray (Etiopía) viven actualmente en condiciones cercanas a la hambruna. También se calcula que más de la mitad de la población yemení vivirá una situación de crisis alimentaria o peor a lo largo de este año.
En la misma línea, la inseguridad alimentaria se ha agravado en países de renta media como India, Sudáfrica y Brasil, que se han convertido en zonas emergentes del hambre, y donde se han producido algunos de los aumentos más drásticos de casos de Covid-19.
Para concluir, Benavides ha pedido “tomar medidas para que los conflictos dejen de agravar los catastróficos niveles de hambre. En su lugar, los Gobiernos deben garantizar que la asistencia humanitaria llegue a las personas que más lo necesitan”.
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