La pandemia y el rápido desarrollo de las vacunas fue un claro ejemplo de que el valor que aportan los medicamentos trasciende sus efectos sanitarios y se extiende a la sociedad y a la economía.
El verano de 2024 ha visto un aumento de casos de COVID-19 por la variante KP.3. La incidencia es de 162 casos por cada 100.000 habitantes, pero la transmisión sigue siendo baja.