Nuestros hogares se llenan de 'Fast-homeware' y nuestro planeta de sus residuos

Todos conocemos, y hemos caído, en la red de la 'fast-fashion'. Sus precios asequibles y la cantidad de ofertas que nos ayudan a comprar más y más artículos, a veces resultan muy difíciles de ignorar, a pesar de que cada vez se trabaje más en concienciar sobre el impacto medioambiental que supone este sistema productivo y de consumo. Ahora ha llegado su primo hermano, el 'fast-homeware', que consiste básicamente en lo mismo, pero con artículos para el hogar.

Un cojín nuevo, una alfombra de pelo, y porque no, una nueva funda nórdica, aunque ya tengamos otras cuatro. El 'fast-homeware' juega con la misma técnica que la 'fast-fashion', o moda rápida. No solo oferta productos baratos, sino que cada vez lanzan colecciones nuevas con colores de temporada, objetos novedosos e incluso instrumentos de cocina por céntimos que prometen ayudarte a abrir los huevos de forma perfecta, cuando en realidad impiden que puedas abrir bien el cajón de los cacharros de cocina.

El 'fast-homeware' que llena casas y vertederos

De forma casi imperceptible, el 'fast-homeware' ha llenado nuestras casas de artículos de decoración 'a la moda', que nos han costado un auténtico chollo, al menos a nuestros bolsillos. De hecho, según datos ofrecidos por 'Fotocasa', el portal inmobiliario, durante 2020 (el año de la pandemia), las compras por internet de este tipo de artículos subieron en un 400 %, en estos dos años siguientes se estabilizó a un 80 %.

Pasar tanto tiempo en casa durante la pandemia, y tener acceso únicamente a comprar por internet, favoreció el crecimiento del 'fast-homeware', al igual que otro tipo de compras. Pero tiene las mismas consecuencias que la moda rápida: el consumo en exceso. No tiene nada de malo el renovar la lámpara del salón o tirar unas sábanas viejas y cambiarlas por unas nuevas, el problema radica en que muchas veces no hacemos cambios por necesidad, sino más bien por capricho o impulso.

Usar y tirar

Aunque nuestros bolsillos no se vean especialmente vaciados por el 'fast-homeware', lo que sí podremos ver es que nuestra casa se lleva de objetos, al igual que los vertederos. Esto se debe principalmente a que la mayoría de estos objetos se producen con materiales de mala calidad, que tienen un tiempo máximo de durabilidad, pues su naturaleza principal no es funcional, sino más bien estética. Esto hace que tengamos que descartar antes una gran cantidad de productos.

El impacto medioambiental más allá de los residuos

Pero los residuos no son el único impacto negativo del 'fast-homeware', también lo es el consumo de materias primas. No solamente se trata de lo que se consume a nivel textil, sino y sobre todo, la madera que requiere ser talada para alimentar este tipo de producción rápida y elevada. Mónica Parrilla, experta en bosques de Greenpeace, explicó en una entrevista para el medio 'El Español', que esta tala de árboles, destinada específicamente a la producción de mobiliario, es una de las principales causas de deforestación en diversos puntos del planeta.