Imagen personal y teletrabajo

Cuando trabajamos desde nuestra casa es importante establecer un horario y vestirnos con ropa de calle , de forma similar a cuando vamos a trabajar a la oficina.

Se trata de ponernos en “modo oficina” para diferenciar la vida profesional de la vida personal.

Además la ropa que nos ponemos influye en nuestra forma de actuar, en nuestro estado de ánimo y en nuestro rendimiento.

La ropa tiene un significado simbólico por lo que vestirnos de forma profesional nos pone en un estado mental diferente y nos ayuda a centrarnos en la tarea.

Cuando trabajamos desde casa es probable que tengamos que participar en videoconferencias.

En este tipo de reuniones virtuales tienen mucha importancia la imagen personal y el lenguaje corporal.

Cuando participamos en una videoconferencia además de vestirnos de forma profesional, tenemos que prestar atención al color de la ropa.

Siempre es mejor utilizar cerca de la cara los colores que más nos favorecen y si no estamos seguros utilizar una prenda de color blanco que aporta luz y sensación de dinamismo.

Si llevamos accesorios, como pulseras o collares tenemos que asegurarnos de que no hagan ruido.

El lenguaje corporal forma parte de la imagen personal y transmite mucha información.

Durante una videoconferencia es muy importante:

-       Sentarnos bien, con la espalda recta y los dos pies apoyados en el suelo.

-       Mantener las manos a la vista, apoyadas sobre la mesa y no cruzar los brazos.

-       Establecer contacto visual con la persona con la que estamos hablando. Para ello tenemos que colocar la webcam a la altura de nuestros ojos.

-       Demostrar interés. Para que la otra persona sienta que le estamos escuchando y entendiendo nos inclinaremos un poco hacia adelante y devolveremos la sonrisa a nuestro interlocutor.

Para transmitir una buena imagen durante una videoconferencia buscaremos también un lugar con luz natural y con un fondo neutral , sin mucha decoración, para no distraer la atención de los demás.

RECUERDA que la ropa que nos ponemos para trabajar, aunque lo hagamos desde nuestra casa, afecta a nuestro rendimiento laboral y a la forma en que nos ven los demás.