850 millones de euros de inversión llegan a España para la creación de una biofábrica de fibras textiles sostenibles

El grupo empresarial portugués Altri, ha elegido la localidad de Palas de Rei en Lugo, para llevar una importante inversión para infraestructuras sostenibles, que parte de los 850 millones de euros, con la que se levantará una biofábrica de fibras textiles más respetuosas con el medio amiente. Se prevé que el proyecto finalice en 2026 para ponerse en marcha a pleno motor. Un motor que además generará más de 2.500 puestos de trabajo directos e indirectos.

Esta nueva biofábrica llega de la mano del Proyecto Gama y que supondrá la creación de una planta para la elaboración de pasta soluble de papel, con un sistema de producción que se pretende más ecológico y económico. Las decisiones finales se tomarán a finales de este primer semestre, ya que se buscar concluir con las negociaciones de apoyos y subvenciones desde las administraciones públicas.

Biofábrica, una infraestructura más sostenible

Una biofábrica se diferencia de las fábricas convencionales en la esencia de su productividad, que se centra en la producción a gran espala de plantas y semillas para poder hacer uso de recursos naturales, sin tener que degradar en exceso el medio ambiente. El nuevo proyecto que promueve este grupo empresarial, tiene como principal objetivo el de convertirse en un referente internacional en cuanto a la fabricación integrada de pulpa soluble y lyocell.

Esta producción podría suponen una importante contribución a la descarbonización de la industria manufacturera y la minimización de su impacto ambiental, posicionando a España a la cabeza de la innovación en descarbonización y sostenibilidad del sector pulpa y textil, que al día de hoy representa más de 10% de las emisiones globales de CO2. Además, esta biofábrica, sería la primera del mundo en dedicarse a este tipo de producción.

El sistema productivo de esta biofábrica planteada en el proyecto, busca ser circular y sostenible para el sector textil. Siguiendo esta línea, se ha incorporado una unidad de reciclaje de los residuos textiles para proporcionar energía, ya que uno de los principales retos es el de no utilizar combustibles fósiles en los procesos de fabricación. Por este motivo, ha sido declarado como Proyecto Industrial Estratégico (PIE) en España por su alineamiento con los objetivos Next Gen EU.

Reducir las emisiones de CO2

Desde el grupo empresarial promotor de esta iniciativa, se asegura que la creación de esta planta será capaz de elaborar 200.000 toneladas de pasta soluble de papel, que se integrarán parcialmente a la producción de fibras textiles de origen forestal, con una capacidad inicial de 60.000 toneladas anuales de lyocell, un material de origen natural que se gestiona de forma sostenible a través de un proceso de menor impacto ambiental, que se utiliza para la producción de hilo.

Cuando esta biofábrica alcance su potencial máximo de producción de 200.000 toneladas anuales de lyocell, esto supondrá que se ahorrarán hasta 145.000 toneladas de CO2 a la atmósfera al año, tomando en cuenta los índices que genera la producción de pulpa de fibras actualmente.