19/03/2019 - 10:54
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La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, ha prometido no decir nunca el nombre del pistolero de la mezquita de Christchurch.
La Sra. Ardern dijo en un emotivo discurso en el Parlamento de Nueva Zelanda: "Ha buscado muchas cosas de su acto de terror, pero una era la notoriedad, por eso nunca me oirán mencionar su nombre".
Los tiroteos del viernes pasado en dos mezquitas dejaron 50 muertos y decenas de heridos
El australiano Brenton Tarrant, de 28 años, autodenominado supremacista blanco, ha sido acusado de asesinato.
La Sra. Ardern dijo: "Te imploro que digas los nombres de los que se perdieron antes que el nombre del hombre que los tomó. Es un terrorista. Es un criminal. Es un extremista. Pero cuando yo hable, será anónimo".
En una reunión especial del Parlamento celebrada el martes, la Sra. Ardern utilizó el saludo árabe "Al-Salaam Alaikum", que en español significa "la paz sea contigo".
La primera ministra hizo un llamamiento a las plataformas de medios sociales para que hagan más para combatir el terror, después de que el pistolero de Christchurch transmitiera en directo su ataque a Facebook.
"No podemos simplemente sentarnos y aceptar que estas plataformas sólo existen y que lo que se dice en ellas no es responsabilidad del lugar donde se publican", dijo. "Ellos son los editores. No sólo el cartero. No puede haber un caso en el que todo beneficio no sea responsabilidad."
Facebook dijo el martes que el video fue visto menos de 200 veces durante la transmisión en vivo, y cerca de 4.000 veces en total antes de ser eliminado. La compañía de medios sociales dijo que retiró más de 1.5 millones de copias del video en las primeras 24 horas después del incidente, de las cuales 1.2 millones fueron bloqueadas mientras se cargaban.
Entierros retrasados
La Sra. Ardern aseguró a los diputados que el atacante "se enfrentará a toda la fuerza de la ley". Alentó a los neozelandeses a reconocer el dolor de la comunidad musulmana este viernes, que es el día de culto musulmán y que marcará una semana desde el tiroteo.
La tradición islámica exige la limpieza y el entierro de los cadáveres lo antes posible después de la muerte, pero debido a la lentitud del proceso de identificación y documentación forense, todavía no se ha entregado ningún cadáver a las familias.
Los cuerpos de algunas de las víctimas fueron lavados y preparados en un proceso ritual musulmán el martes, en parte con la ayuda de voluntarios que llegaron desde el extranjero. El servicio de inmigración de Nueva Zelanda dijo que estaba procesando visas para las familias de las víctimas que buscan venir del extranjero para asistir a los funerales.
Entre las 50 personas que murieron en las dos mezquitas durante la oración del viernes se encontraban migrantes musulmanes, refugiados y residentes de países como Pakistán, Bangladesh, India, Turquía, Kuwait y Somalia.
El lunes, la Sra. Ardern anunció que las leyes nacionales sobre armas de fuego se reformarían, diciendo que los detalles se presentarían en cuestión de días.
La policía de Nueva Zelanda ha dicho que el asesino usó armas de asalto de tipo militar y se aprovechó de las modificaciones legales para hacerlas más mortales.
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