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Tokio, 17 jul (EFE).- Japón y Estados Unidos extendieron hoy la vigencia de un pacto que convierte al país asiático en la única potencia sin armas atómicas autorizada a reciclar combustible nuclear del que se extraen materiales para fabricar bombas.
El denominado "Acuerdo para la cooperación entre el Gobierno de los Estados Unidos de América y el Gobierno de Japón sobre usos pacíficos de la energía nuclear" entró en vigor en julio de 1988, y ha permitido al país asiático reciclar combustible nuclear gastado, extraer plutonio y enriquecer uranio durante 30 años.
La renovación del pacto se produce automáticamente después de que ninguno de los dos países intentara revisarlo, pero su futuro queda en el aire (se podrá rescindir en cualquier momento seis meses después de que una parte notifique a la otra), en un momento en el que Washington ha mostrado preocupación por las reservas de plutonio de Tokio.
El país asiático posee alrededor de 47 toneladas de plutonio, unas 10 almacenadas en su territorio y el resto en Reino Unido y Francia, según datos del Gobierno japonés.
Esta cantidad sería suficiente para producir unas 6.000 ojivas nucleares, aunque Japón defiende que ha limitado la investigación, el desarrollo y el uso de la energía nuclear a fines pacíficos.
En su más reciente plan energético, aprobado a principios de mes, el Ejecutivo japonés se comprometió, además, a "intentar reducir las reservas de plutonio" en su poder.
"Japón hará todo lo posible para mantener el régimen de no proliferación al tiempo que mantiene el pacto nuclear (con EE.UU.)", dijo hoy el ministro nipón de Exteriores, Taro Kono, quien añadió que "será importante esforzarse para reducir la gran cantidad de plutonio" de su país, según declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
El país asiático utiliza el combustible gastado de los reactores nucleares para extraer uranio y plutonio, que luego recicla en combustible nuclear de mezcla de óxidos, también denominado MOX.
Japón, un país con una dependencia energética de más del 90 %, había realizado grandes inversiones en energía nuclear, pero el accidente de la planta de Fukushima Daiichi en 2011 llevó a un apagón atómico de dos años y actualmente sólo 7 de sus 42 reactores en condiciones operativas están funcionando.
La Administración del primer ministro, Shinzo Abe, ha mantenido su política pronuclear y espera que la dependencia energética nuclear del país se sitúe entre el 20 y el 22 % en 2030.
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