Lectura fácil
Conocemos la motricidad fina como la capacidad para realizar movimientos precisos. Es uno de los desarrollos más importantes en la infancia, aunque puede ser un proceso complejo, especialmente para menores que tienen alguna discapacidad.
El desarrollo de la motricidad fina en la infancia
Clara Valls, profesora de Psicología del Desarrollo de la Universidad Abat Oliba CEU, explica en ‘La Vanguardia’ que "jugar es algo más que un entretenimiento, los menores aprenden y se desarrollan jugando. Para ellos es una forma natural de relacionarse con el entorno y con las personas que les rodean. Un buen juego es aquel en el que el niño se divierte y él es el protagonista y no el juego".
La motricidad fina cada vez se desarrolla más. Estamos ante una destreza clave para los niños, por lo que podemos aprovechar el momento del juego para seguir aprendiendo y así, sumar al desarrollo del menor.
Numerosas marcas de juguetes tienen en el mercado diversos tipos de juegos en base a la aplicación de la motricidad fina. Este es el caso de ‘Hop’Toys’, donde puedes encontrar desde una caja de motricidad con tornillos de juguete, la cual incluye un kit de herramientas con utensilios para interactuar con las piezas, hasta pompones de colores, aros y bolas de madera, piezas de letras o marionetas de ojos. Todos estos juguetes son perfectos para el desarrollo de la motricidad fina.
Desarrolla tu caja de motricidad en casa
Efectivamente, con el uso de estas cajas, los menores pueden avanzar en su desarrollo. Están repletas de figuras y objetos distintos que permiten a los niños desarrollarse de una forma divertida y entretenida. La caja que mencionamos está disponible en el sitio web de ‘Hop’Toys’, aunque es posible personalizarla y crear nuestra propia caja de motricidad fina en casa, sabiendo además, el gusto de los niños que conviven con nosotros.
Para confeccionar vuestra propia caja podéis pensar en piezas de un tamaño relativamente reducido, de distintos materiales y formas. Usar elementos complementarios para interactuar con ellas de forma que los niños pongan en práctica los movimientos precisos, claves para su desarrollo.
Habilidades que se desarrollan desde la infancia
Con la motricidad fina los más pequeños pueden coordinar los movimientos musculares, por ejemplo, en los dedos, por lo general, en coordinación con los ojos.
Las habilidades que implican el uso de las manos se desarrollan con el tiempo, a partir de gestos básicos como agarrar los objetos o actividades más precisas que implican la activación de los ojos y de las manos. Al trabajar estos pequeños músculos favoreceremos nuestras habilidades y destrezas, así como la manipulación de los elementos. Más adelante el menor será capaz de completar tareas como la escritura, el dibujo, o abotonarse una camisa.
Según avanzan los años, los niños desarrollan más capacidades y pueden ayudarse a sí mismos para culminar sus tareas. Por ejemplo, los niños de entre 2 y 3 años son capaces, generalmente, de ponerse y quitarse prendas de vestir sencillas. También pueden manipular ropa con cremalleras, usar cucharas, enhebrar perlas con grandes agujeros y abrir puertas con pomos, entre otras cosas.
Añadir nuevo comentario