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Nunca antes los derechos de los niños y niñas habían estado tan presentes en el debate público. Hoy hablamos de una experiencia piloto en Las Palmas de Gran Canaria de un juzgado para víctimas de violencia infantil, ha sido todo un éxito. Este juzgado utiliza todos los recursos para que el proceso no cause aún más daño a los menores.
El primer juzgado para víctimas de violencia infantil
Cuando un menor es víctima de algún tipo de violencia (abusos, malos tratos), lo habitual es que se le tome declaración en la policía, en el juzgado y en la unidad de valoración (si la hay). Así, el menor tiene que contar su historia de violencia una y otra vez: en diferentes ocasiones y a diferentes personas, muchas de las cuales no tienen especialización alguna en infancia. Unas declaraciones que, además, se hacen en instancias diseñadas desde una visión adulta y, por tanto, hostiles para niños y niñas.
Pero en Gran Canaria, un equipo multidisciplinar del ámbito médico y jurídico se propuso reformular todo esto por completo creando el primer juzgado para víctimas de violencia infantil.
El CGPJ daba el visto bueno a una idea contenida en la ley de infancia
En febrero de 2021, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó este proyecto para crear el primer juzgado especializado en la atención de niños víctimas de violencia. El CGPJ daba el visto bueno a una idea contenida en la ley de infancia antes, incluso, de que esta ley se aprobase (en mayo de 2021). En octubre de ese año comenzó a funcionar.
Uno de los principales objetivos de este juzgado especializado es que las víctimas menores de edad narren los hechos una única vez, y además a personas especializadas en infancia. De esta forma, se reduciría la revictimización secundaria.
Este sistema de protección cuenta con una herramienta diferente para la toma de declaración: la sala Gesell
Esta sala permite que los profesionales realicen una única entrevista garantizando que la prueba resulte válida para el juicio (prueba preconstituida). En este caso, el juzgado de violencia infantil no tiene solo un circuito cerrado de televisión, como en el modelo Barnahus, sino que se trata de un sistema de videoconferencia que permite conexiones simultáneas en espacios diferentes: entre el Instituto de Medicina Legal y Forense, el juzgado y la sala de exploración adaptada a la infancia.
La prueba preconstituida permite que, tras hacerle el reconocimiento médico al menor, este sea llamado a declarar y lo haga en una sola ocasión.
El objetivo es que en una semana ese proceso de reconocimiento y declaración, atendiendo, claro, a las necesidades específicas del menor, esté hecho. No como ahora que puede alargarse meses.
Un año de funcionamiento: 361 casos y menos tiempo de espera
El juzgado, que lleva poco más de un año en funcionamiento, ha atendido 361 casos y el tiempo medio para recabar el material necesario ha sido de 13 días, tal y como informa a Newtral.es el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Canarias. El magistrado titular al frente de este juzgado para niños víctimas de violencia, Tomás Martín, apunta a Newtral.es que “aunque idealmente habría que reducirlos a una semana, hemos conseguido reducir los tiempos a la mitad”. “A veces es necesario esperar por una cuestión de impacto, de trauma. Es decir, que los propios sanitarios nos piden esperar para poder empezar la evaluación y entrevista para la prueba preconstituida”, añade.
Martín explica que la mayoría de menores que acaban en este juzgado, el 70 %, son “víctimas de maltrato intrafamiliar o víctimas de delitos contra la libertad sexual por parte de familiares o de personas muy cercanas a la familia”.
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