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Berlín, 11 ene (EFE).- El consumo interno y las inversiones propulsaron el año pasado a la economía alemana a su mayor tasa de crecimiento en seis años, un 2,2 %, mientras las cuentas públicas registraban un superávit récord, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Por su parte, el conjunto de las administraciones públicas -federal, regionales y municipales- y la caja de la seguridad social cerraron el año con un superávit de 38.400 millones de euros, equivalente al 1,2 % del PIB, cuarto año consecutivo en positivo y el mejor dato desde la reunificación.
"La economía alemana volvió a crecer con fuerza en 2017. Los impulsos al crecimiento provinieron principalmente del interior", explicó en rueda de prensa en Berlín el director del departamento de Estimaciones Económicas de Destatis, Albert Braakmann.
Tras estas cifras se encuentran el excepcional estado del mercado laboral y el optimismo de las empresas por el comportamiento de la demanda interna y externa, lo que anima el consumo de las familias y las inversiones de la industria, además de proveer de ingresos al estado vía impuesto de la renta e IVA.
La población empleada alcanzó los 44,3 millones de personas en Alemania, un nuevo máximo anual consecutivo, tras la creación de 638.000 nuevos puestos de trabajo en 2017, y la tasa de desempleo se redujo hasta el 4,5 %, según los criterios de la Organización Internacional del trabajo (OIT).
A esto hay que añadir, la subida media de los salarios brutos, que alcanzó el 4,4 % según Destatis, lo que en un entorno de inflación moderada, del 1,8 %, favoreció un impulsó el consumo del 2 % en términos interanuales (2,1 % en 2016).
Las inversiones del sector privado, por su parte, repuntaron también con fuerza, catapultando el crecimiento de la economía, ya que las empresas se muestran optimistas por el aumento del consumo interno y los máximos que están marcando las exportaciones, un tradicional puntal de la mayor economía europea.
Las inversiones en bienes de equipo aumentaron un 3,5 % en términos interanuales (2,2 % en 2016), la inversión inmobiliaria avanzó un 2,6 % (2,7 % en 2016) y el capítulo en el que se incluye la apuesta por la investigación y el desarrollo se incrementó en un 3,5 % (5,5 % en 2016).
El fuerte repunte de las exportaciones, del 5,2 % (3,9 % en 2016), quedó casi totalmente compensado por el incremento de las importaciones, del 4,7 % (2,6 % en 2016), con lo que el aporte al PIB del sector exterior fue de apenas un 0,2 %, según Destatis.
Por su parte el gasto público se incrementó en un 1,4 %, muy por debajo de la subida del 3,4 % registrada el año anterior debido a las partidas extraordinarias destinadas a la acogida de los cientos de miles de refugiados llegados al país.
En este contexto, Braakmann argumentó que no ve signos de "recalentamiento" en la economía alemana, porque eso significaría estar aproximándose ya a la cresta del ciclo cuando él ve aún potencial de crecimiento.
No obstante, sí que reconoció cierta "sobrecarga de las capacidades", porque el empleo de infraestructuras instalada y la mano de obra disponible están por encima de los valores medios.
El aumento del PIB, que si se eliminan las distorsiones de calendario ascendió al 2,5 %, fue casi un punto porcentual superior a la tasa media de los últimos diez años, que se sitúa en el 1,3 %.
La renta per cápita avanzó un 3,4 %, hasta los 39.500 euros, a la vez que la población aumentaba.
Alemania creció un 0,7 % en el primer trimestre del pasado ejercicio y un 0,6 % en el segundo, para acelerarse hasta el 0,8 % en el tercero. La tasa de crecimiento del cuarto trimestre se publicará próximamente, aunque Destatis apuntó que se situará en el entorno del 0,5 %.
En comparación, la economía alemana creció un 1,9 % en el conjunto de 2016, un 1,7 % en 2015 y un 1,6 % en 2014, tras el magro 0,3 % registrado en 2013 fruto de la débil coyuntura en la eurozona.
El Gobierno alemán, el Bundesbank (banco central), los principales institutos económicos y el consejo asesor del Ejecutivo -conocido como los "cinco sabios"- habían avanzado en los últimos meses que la mayor economía europea iba a crecer en 2017 entre un 1,9 y un 2,6 %.
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