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Rabat, 19 ene (EFE).- Rabat acoge desde hoy y hasta el próximo 28 de enero la segunda edición de la Feria de la Alfombra, una cita que busca, según sus organizadores, promocionar el valor "cultural, económico y social" de la tapicería artesanal de Marruecos.
Alrededor de cien cooperativas y maestros tapiceros participan en el encuentro, que además cuenta con un espacio reservado a productos de especial calidad en el que se muestran 170 alfombras, según la Cámara de Artesanía regional de Rabat, promotora del evento
Los objetivos de la feria son, entre otros, "dinamizar la comercialización del tapiz en el mercado local" y "restaurar los valores" de una actividad que ayuda a "preservar el patrimonio", según la Cámara de Artesanía de Rabat.
El salón albergará, asimismo, varias conferencias de carácter científico sobre temas como el empleo de tintes ecológicos en la confección o las diferencias entre las distintas razas ovinas (y sus lanas) existentes en Marruecos.
La tapicería es uno de los estandartes de la artesanía marroquí, sector cuya cifra de negocio total ronda los 2.000 millones de euros y que cuenta con una fuerza laboral de más de 400.000 trabajadores.
El tejido de alfombras es un trabajo tradicionalmente femenino: por ejemplo, el director de la cooperativa Boutrouch de Ifni (al sur del país), Douar Tourghte, dijo a Efe que los 23 empleados de su empresa son mujeres.
A su vez, el presidente de la cooperativa Kanari de Nador (15 kilómetros al sur de Melilla), Abdelkarim Kanri, explicó a Efe que en Marruecos hay alrededor de 30 estilos distintos de alfombras, cada uno circunscrito a una región del país, y afirmó que esta variedad es un valor que refuerza a los tapices marroquíes frente a los elaborados en Turquía o Irán.
Como norma general, las alfombras producidas en centros urbanos tienen motivos más estilizados y un anudado más denso, mientras que en el medio rural se prefieren los diseños geométricos, de corte más austero, con la presencia ocasional de formas humanas o animales.
También hay variaciones en el color: las esteras de la zona montañosa del Medio Atlas apenas salen de los básicos blanco, marrón y negro, pero en el Gharb (región noroeste) o en Marrakech el rojo adquiere un gran protagonismo, en armonía con tonos azules y verdes.
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