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Leonardo da Vinci produjo parte del arte más icónico del mundo, pero los relatos históricos muestran que tuvo que luchar para completar sus obras. 500 años después de su muerte, el profesor Marco Catani, investigador del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King's College de Londres, en Reino Unido, sugiere que la mejor explicación de la incapacidad de Da Vinci para finalizar los proyectos es que el gran artista pudo haber tenido un trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
En un artículo en la revista BRAIN, el profesor Catani expone la evidencia que respalda su hipótesis, basándose en relatos históricos de las prácticas y el comportamiento laboral del genio italiano. Además de explicar su postergación crónica, el TDAH podría haber sido un factor en la extraordinaria creatividad y los logros de Leonardo en las artes y las ciencias.
"Aunque es imposible hacer un diagnóstico 'post mortem' para alguien que vivió hace 500 años, confío en que el TDAH es la hipótesis más convincente y científicamente plausible para explicar la dificultad de Leonardo para terminar sus obras. Los registros históricos muestran que Leonardo pasó demasiado tiempo planificando proyectos, pero careció de perseverancia. El TDAH podría explicar aspectos del temperamento de Leonardo y su extraño genio volátil", asegura el profesor Catani.
El TDAH es un trastorno del comportamiento caracterizado por el aplazamiento continuo, la incapacidad para completar las tareas, la confusión mental y la inquietud del cuerpo y la mente. Aunque es más comúnmente reconocido en la infancia, el TDAH se diagnostica cada vez más entre los adultos, incluidos estudiantes universitarios y personas con carreras exitosas.
Trabajaba día y noche y a penas dormía
Las dificultades de Da Vinci para apegarse a las tareas se generalizaron desde la infancia. Los relatos de biógrafos y contemporáneos muestran que Leonardo estaba constantemente en movimiento, a menudo saltando de tarea en tarea. Como muchos de los que sufren de TDAH, dormía muy poco y trabajaba continuamente día y noche alternando ciclos rápidos de siestas cortas y tiempo despierto.
Junto con los informes de comportamiento errático y proyectos incompletos de otros artistas y patrocinadores, incluido el papa León X, hay evidencia indirecta que sugiere que el cerebro de Leonardo se organizó de manera diferente en comparación con el promedio. Era zurdo y probablemente era disléxico y dominaba el lenguaje en el lado derecho de su cerebro, todos los cuales son comunes entre las personas con TDAH.
Los efectos positivos de su trastorno
Quizás el lado más distintivo y, sin embargo, perturbador de la mente de Leonardo fue su voraz curiosidad, que impulsó su creatividad y también lo desconcentró. El profesor Catani sugiere que el TDAH puede tener efectos positivos. Por ejemplo, vagar por la mente puede alimentar la creatividad y la originalidad. Sin embargo, si bien es beneficioso en las etapas iniciales del proceso creativo, los mismos rasgos pueden ser un obstáculo cuando el interés cambia a otra cosa.
El profesor Catani, especializado en el tratamiento de afecciones del desarrollo neurológico como el autismo y el TDAH, dice que "hay una idea errónea que prevalece sobre el hecho de que el TDAH es típico de los niños con poca inteligencia, destinados a una vida problemática". "Por el contrario, la mayoría de los adultos que veo en mi clínica informan que han sido niños inteligentes e intuitivos, pero desarrollan síntomas de ansiedad y depresión más adelante en la vida por no haber logrado su potencial", añade.
Por ello, cree "increíble" que Da Vinci se considerara a sí mismo como alguien que había fracasado en la vida. "Espero que el caso de Leonardo muestre que el TDAH no está vinculado a un bajo coeficiente intelectual o falta de creatividad, sino a la dificultad de capitalizar los talentos naturales. Espero que el legado de Leonardo nos ayude a cambiar algunos de los estigmas en torno al TDAH", concluye.
Información publicada por 20minutos.
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