La Ley de Eutanasia espera hoy el visto bueno del Congreso

La ley de eutanasia se someterá a votación este jueves en el Congreso de los Diputados tras aprobarse su toma en consideración en febrero, justo antes de que se diera la interrupción de las Cortes por la pandemia del coronavirus.

El propósito del Gobierno era que está ley se pudiera aprobar en el mes de junio, pero confinamiento y el estado de alarma provocado por el coronavirus trastocó todos los planes.

El pasado 11 de febrero fue cuando se aprobó la toma en consideración en la Cámara Baja. Esta contó con los votos a favor de la mayoría de grupos parlamentarios, y sólo obtuvo la negación con la oposición del PP y de Vox.

Fue entonces cuando la tramitación, que llegó a instancias del PSOE, quedó saldada con 201 votos a favor, 140 en contra y 2 abstenciones.

Ley Eutanasia contaba con gran mayoría a favor del Congreso en febrero

En febrero fue la tercera vez que la ley de eutanasia regresaba al Congreso de los Diputados, pues siempre había quedado interrumpida por las sucesivas convocatorias de elecciones.

Esta vez, la razón de su retraso ha sido el estado de alarma por la crisis sanitaria aunque, finalmente, el Congreso decidirá este jueves si la eutanasia es legal o no en nuestro país.

Desde el PSOE defienden que la ley “regula un derecho voluntario, ya que quien no quiera ejercerlo no tiene por qué hacerlo”, así lo expuso en febrero la exministra María Luisa Carcedo, encargada de defender la proposición de ley.

A priori, los requisitos que deberá cumplir una persona para agarrarse a la ley de eutanasia y acabar voluntariamente con su vida son:

• Sufrir una enfermedad grave e incurable
• Padecer una enfermedad grave, crónica e invalidante

Todo esto tiene que ir recogido dentro de los términos que recoja el texto legal, y también debe ser certificado por el médico responsable.

Además, la proposición de ley de eutanasia permite a los médicos declararse objetores de conciencia. Pese a que el personal sanitario se declare objetor, se garantizará el deseo expreso del paciente que quiera morir.

Esta decisión tiene que ser autónoma

La decisión de solicitar la prestación de ayuda para morir ha de ser, según la proposición, “una decisión autónoma, entendiéndose por tal aquella que está fundamentada en el conocimiento sobre los hechos más relevantes de su proceso médico, después de haber sido informada adecuadamente por el médico o médica responsable”.

Además, la propuesta de ley de eutanasia recoge que todo paciente que decida que se le aplique dicha ley debe haber formulado dos solicitudes de manera voluntaria y por escrito, dejando una separación de al menos quince días naturales entre ambas. En cualquier momento será revocable y aplazable según los deseos del paciente.