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El cultivo de lino, también conocido como linaza, tiene una gran importancia en la actualidad debido a sus diversas aplicaciones y beneficios en diferentes áreas.
Su cultivo puede ser más sostenible y menos perjudicial para el medio ambiente, utilizándose en el ciclo de rotación entre otros cultivos, ya que sus raíces ayudan a mejorar la estructura del suelo y pueden reducir la presencia de malas hierbas.
En cuanto a los productos que se pueden obtener luego de su industrialización, al ser naturales, son biodegradables y pueden ser reciclados, lo que contribuye a la reducción de residuos y al impacto ambiental.
El lino solar se refiere a paneles solares fotovoltaicos o células solares que se utilizan para captar la energía del sol y convertirla en electricidad dentro de un campo de cultivo.
La tecnología solar fotovoltaica se basa en la capacidad de ciertos materiales, como el silicio, para convertir la luz solar en energía eléctrica mediante un proceso llamado efecto fotovoltaico.
El lino, un cultivo adaptado al sistema agrivoltaico
Desde Endesa, empresa española productora de energía eléctrica y a través de su filial renovable Enel Green Power España, tuvo lugar la primera cosecha de lino solar en un campo agrivoltaico de Sevilla, España.
En un proyecto conjunto entre el equipo de innovación de Endesa y los expertos del CTAEX (Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario) se han cosechado las dos primeras hectáreas de lino con maquinaria agrícola, pasando a través de los paneles, convirtiéndose en el primer lino solar para uso industrial.
Según explica Andrés Sánchez-Biezma, responsable de innovación de la filial renovable de Endesa, Enel Green Power España: “Este primer paso nos permitió descubrir que los paneles solares beneficiaban a las plantas, ya que conservaban la temperatura del suelo”. “La agrivoltaica ya no es algo experimental, para nosotros es una realidad que ya planteamos en las nuevas construcciones renovables, porque es una forma de convivencia natural entre sector primario e industrial”.
Por otro lado, Jesús Gil, responsable del CTAEX del proyecto, agrega: “Ha sido todo un reto, hemos trabajado de la mano del productor para acercar el proyecto a la realidad. El agricultor cuenta con un terreno protegido, libre de pesticidas, que además cuenta con un añadido, que es el beneficio que aportan las placas solares”. “Al final, el proyecto con Endesa consiste en destinar la superficie que ocupan las plantas renovables en producción agraria. De esta forma se devuelve el uso agrícola al suelo de la mano de entidades locales de las zonas donde están las propias instalaciones renovables”.
Esta cosecha, recolectada con maquinaria agrícola pesada, marca un hito importante al convertirse en el primer lino solar para uso industrial
Además, dicho enfoque innovador ha resultado en la cosecha de plantas aromáticas que no solo resisten las condiciones climáticas de la zona, sino que también contribuyen a la polinización de las colmenas de un apicultor local que mantiene colmenas solares en la misma instalación.
Endesa continúa impulsando proyectos agrivoltaicos en otras plantas en distintas regiones de España. Después del éxito en Carmona, están trabajando en la expansión de las áreas cultivables en otras plantas, como Valdecaballeros y Totana. Además, el equipo de innovación de Endesa está colaborando en un proyecto europeo llamado SustaiNext, que busca cultivar romero para su uso como biomasa en Extremadura.
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