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Desde hoy mismo, 15 de mayo, los operadores de telecomunicaciones están obligados a rebajar sus precios. Esto será para las llamadas internacionales y a los SMS que sus clientes envían a otros países europeos. Una rebaja que en algunos países podría alcanzar el 90%, según las estimaciones de la Comisión Europea (CE).
Esta bajada de precios responde a la entrada en vigor del acuerdo al que llegaron los representantes del Parlamento Europeo y del Consejo Europeo el pasado verano. En él se establecía que a partir del día 15 los consumidores europeos pagarán un máximo de 19 céntimos por minuto y de 6 céntimos por mensaje SMS, según explicó la CE en un comunicado.
Las llamadas internacionales podían costar hasta diez veces el precio de una nacional
El Parlamento Europeo consideró injustificadas las diferencias de tarifas entre los países y calificó su importe de desorbitado. Por ello, se decidió fijar un tope que libre de los abusos a los consumidores europeos. Según la CE, por término medio el precio estándar de una llamada fija o móvil dentro de la UE es tres veces superior al precio estándar de una llamada nacional. Mientras que el precio estándar de un mensaje SMS dentro de la UE es más del doble que el de un SMS nacional. Y es que en algunos casos, una llamada internacional puede costar diez veces el precio de una nacional.
En este sentido, los nuevos precios se han de aplicar sólo a los clientes particulares. Esto es así porque la Eurocámara y la Comisión consideraron que las empresas tenían ya a su disposición ofertas ventajosas debido a su condición.
Llamar a otros países del territorio europeo salía bastante caro
Según la asociación europea de consumidores (BEUC) los precios de las llamadas son muy distintos entre países. Llamar desde España a otros estados de la UE, por ejemplo, puede costar entre 36 y 79 céntimos el minuto. Desde Italia, entre 50 céntimos y 1 euro, y desde Polonia entre 12 céntimos y 1,12 euros. Asimsimo, hay grandes diferencias de precios en los SMS. Mientras que desde Bulgaria pueden enviarse desde 10 céntimos, en Bélgica cuestan entre 37 y 40 céntimos.
La comisaria de Economía y Sociedad Digitales, Mariya Gabriel, destacó que esta medida y la supresión de las tarifas de itinerancia que entró en vigor en el 2017 permite que los consumidores europeos queden ahora “totalmente cubiertos frente a las facturas exorbitantes cuando llamen a un número europeo”, tanto en su país como en el extranjero. “Es uno de los numerosos logros del mercado único digital”, agregó.
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