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Desde que debutó con 15 años, María Luisa Merlo (Valencia, 1941) no ha parado de trabajar y "ver mundo" y su experiencia le dice que a pesar del "lío" que "hay ahora" en España "todo funcionará": "el pueblo español es más listo que el hambre; salimos de una dictadura y fuimos demócratas a los dos minutos".
Merlo estrena esta noche en el Teatro Amaya "Conversaciones con mamá", una "alta comedia" que protagoniza junto a Jesús Cisneros desde enero del año pasado en gira por "muchas" ciudades. "Y las que quedan...", se ríe la actriz en una entrevista con EFE. En la obra, "mamá" tiene su edad, es decir 77 años, y su hijo está en plena crisis de los 50: él está casado, tiene dos hijos y una colección enorme de obligaciones y cargas.
Su nueva obra: "Conversaciones con mamá"
Ella se las arregla sola para sobrellevar su vida con toda la dignidad posible y será su experiencia y su serenidad la que ayuden a su hijo a salir de la situación en la que le ha puesto un despido inesperado.
"Se pasa de lo serio a lo cómico con mucha rapidez y eso es lo que me gusta. La gente sale del teatro diciendo 'qué verdades tan gordas se dicen ahí'. Es una de las obras que más me ha gustado hacer por sus personajes de carne y hueso, tan actuales", detalla.
"Conversaciones con mamá", dirigida por Pilar Massa, está compuesta por siete cuadros y "llena de sorpresas": "ella es una mujer liberal y su hijo se ha convertido en un burgués. La madre se lo va llevando a su terreno y sin una bronca, todo súper zen".
De eso, Merlo sabe mucho porque lleva 22 años haciendo meditación e incluso dirige clases de lo que llama "psicología espiritual", una técnica que le ha servido "muchísimo" en su vida, porque le ayuda a estar en "otro estado" diferente al que estaría abocada por las "exigencias" vitales de su alrededor.
"Me convierto en otra"
Asegura que no le cuesta "absolutamente nada" deshacerse de sus personajes y eso que se mete de tal forma en ellos en el escenario que no es consciente de la energía que emana el público ni de su reacción: "me convierto en otra y en eso estoy durante hora y media". Solo recuerda un papel en toda su carrera del que le costaba mucho desprenderse, el que interpretaba en "Los hijos de Kennedy" (1977), de Robert Patrick.
"La hacía con Gemma Cuervo, Paco Valladares, Marisa de Leza y Pedro Civera. Era nuestra historia, la de nuestra generación y me costaba mucho por eso después de cada función me encerraba en el camerino un rato para llorar. Cada día", revela.
"El pueblo español es más listo que el hambre"
La hija de Ismael Merlo y madre de Amparo, Luis y Pedro Larrañaga, debutó con 15 años "¡como bailarina!" en el Teatro de la Ópera de Verona y cuando volvió a España lo primero que hizo fue cine: "el teatro vino después pero ya no hubo remedio", bromea la actriz, muy popular también por trabajos en televisión como "Los Serrano".
"Yo me retiraré por la puerta de atrás, no se lo contaré a nadie. Lo haré cuando yo considere que ya no estoy en condiciones o no me gusta cómo lo estoy haciendo pero lo haré muy discretamente", advierte.
Mientras tanto, se ríe de nuevo, seguirá disfrutando del teatro y de hacer funciones como "Conversaciones con mamá", un texto de Santiago Carlos Olves y Jordi Galcerán que eligió con Cisneros, su "pareja empresarial": "lo pasamos bomba, hay una comunicación maravillosa entre nosotros y el público lo nota porque es listo".
"El pueblo español es más listo que el hambre. En este lío de España que hay ahora estoy segura de que todo saldrá bien. Tengo mucha fe en que funcionará. Hemos salido de una dictadura y hemos sido demócratas a los dos minutos", recuerda.
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