Las mascarillas son una nueva amenaza para el medio ambiente

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17/07/2020 - 16:26
Basuraleza: Mascarillas, la nueva amenaza para el medio ambiente.

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Mascarillas, guantes y otros productos sanitarios se han revelado en los últimos meses como elementos fundamentales de nuestras vidas, pero también son un gravísimo problema ambiental, porque de momento no se pueden reciclar.

Guantes y mascarillas, el coste ambiental de frenar al virus

Estos productos plantean un desafío importante de carácter ambiental. Concretamente, las mascarillas y los guantes se han convertido en nuestra más indeseable y abundante basura, desgraciadamente ya omnipresente tanto en calles urbanas como en algunas de las zonas naturales más importantes del país.

De elevada composición plástica, son muy difícilmente degradables, porque ningún ser vivo se puede ocupar de ello, y su permanencia en la naturaleza se prolonga por décadas, durante las cuales libera sustancias tóxicas adheridas o pequeños fragmentos que llegan a los ríos, al mar y al estómago de muchos animales filtradores.

La basuraleza, un efecto colateral de la pandemia

Es la nueva 'basuraleza', un efecto colateral de la pandemia del coronavirus en el medioambiente y contra la que SEO/BirdLife y Ecoembes apelan a una mayor sensibilización social y a avanzar en la búsqueda de materiales biodegradables.

Miguel Muñoz, de SEO/BirdLife, cree que muchas personas “movidas por el pánico” no se llevan a casa una mascarilla o unos guantes una vez utilizados; “cuando consideran que ha terminado su usabilidad, los tiran y arrojan en cualquier sitio”. Por eso, el conocimiento científico es fundamental “para que la gente tenga la información del impacto de sus acciones, más allá del daño estético y que sepa que un acto que parece inocuo conlleva un importante daño ambiental.

La enfermedad es el modelo de producción y consumo

“El problema de la 'basuraleza', de los plásticos en la naturaleza, no es la enfermedad, sino los síntomas de la enfermedad; la enfermedad es un modelo de producción y consumo de forma lineal que no es sostenible con los recursos naturales que tenemos, un modelo cuyo objetivo es producir, consumir y tirar y sobre el que ya veníamos alertando”, señala Muñoz.

Por tanto, aunque reconoce que “hemos avanzado mucho en el mensaje sobre el abandono de plástico y vemos que va calando en la sociedad”, le preocupa que ahora haya "un retroceso". Aunque “la solución final está en erradicar este modelo de consumo insensato e insostenible”, asevera.

Iniciativas para reducir el impacto contaminante

El Proyecto Libera, impulsado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha emprendido una campaña para evitar que esta nueva 'basuraleza' sea abandonada en parques, jardines o espacios verdes y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de hacer una correcta gestión.

Otra iniciativa es la exposición ‘Los otros peces del río’, promovida por el Ejecutivo navarro a través del Consorcio de Residuos de la comunidad, muestra basuras que se transforman en peculiares especies acuáticas como el ‘piscis tapabocas’ o ‘pez mascarilla’ y el ‘guantis guantorum’ o ‘pez guantazo’.

Las mascarillas quirúrgicas pueden tardar hasta 400 años en descomponerse, mientras que los guantes biodegradables tardarán, en el mejor de los casos, 30 años, según pone de manifiesto la exposición. Para paliar estos efectos, cabe destacar un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre la producción de mascarillas con otros polímeros que no sean plásticos y sí biodegradables.

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