Los mitos más extendidos sobre la lactancia materna

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15/01/2022 - 11:30
Lactancia Materna

Lectura fácil

Según afirma la OMS, la lactancia materna es la forma ideal de alimentar a los niños pequeños, pues les aporta los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables, entre otros beneficios a largo plazo. Por eso, se recomienda en exclusiva durante seis meses, y mantenerla, junto con alimentación complementaria hasta, al menos, los dos años.

Son todavía muchas las mujeres que deciden no dar el pecho. Y no pasa nada, esta decisión es totalmente respetable, pero también es necesario informar de algunos mitos y errores que pueden llevarles a decidirse por una cosa o la otra.

Como decimos, la decisión de dar o no el pecho recaerá en la mamá de acuerdo a su caso particular y su filosofía de vida. 

La reincorporación a la vida laboral o las dificultades para conciliar es una de las causas de que las madres abandonen la lactancia materna, pero detrás de la decisión también existen falsas creencias y mitos que pasan de generación en generación y que acaban con más de una lactancia de manera prematura.

Estos son algunos de los mitos más extendidos

El pecho se cae si das teta

A ver, el pecho se cae y se deforma con los años, esto es un hecho pero la lactancia materna no es la culpable. Las mamas sufren un gran cambio durante el embarazo, aunque después no demos el pecho. Sin embargo, lo cierto, es que hay factores que incluyen más, como el paso del tiempo, factores genéticos, la cantidad de grasa corporal, etc.

No tengo suficiente leche

Aunque puede ocurrir, lo cierto es que son pocas las madres que no pueden dar el pecho o que no tienen suficiente leche. Es lo que se conoce como hipogalactia real –cuando la mama no es capaz de producir la leche que demanda el bebé–.

La realidad es que la mama produce leche en función de la succión. Por tanto, si hay un mal agarre, ponemos poco al niño al pecho o lo complementamos con biberón sin motivo, producimos menos leche, pero no es una hipogalactia real. Cuanto más mama el bebé, más leche produce el pecho.

Dar el pecho duele

No, esto sí que no. Ni siquiera al principio, mamar no tiene que doler. Si duele es porque existe un mal agarre, una mala postura… y además puede derivar en grietas, mastitis… 

Si tomas medicamentos o estás enferma, tienes que dejarlo

Depende del medicamento, pero la mayoría de los medicamentos comunes con compatibles con la lactancia materna y si no, puede existir alternativas. Y lo mismo ocurre con las enfermedades.

Para saber qué medicamentos son compatibles, lo mejor es consultar la web e-lactancia.org, realizada por pediatras y farmacéuticas, una magnífica guía que consultan cada día miles de madres y profesionales.

Si no coge el pecho al principio, nunca lo hará

La succión de la leche directamente desde la teta es completamente diferente a la del biberón. Además, la leche sale con más facilidad y el recién nacido tiene que hacer un menor esfuerzo. Esto hace difícil, que, si un niño ha empezado a amantarse con biberón, por ejemplo, porque ha tenido que estar ingresado en neonatos o ha estado separado de la madre más de lo deseable, luego le cueste succionar el pecho. Sin embargo, sí es posible conseguirlo con paciencia, relactadores y, si es necesario, el apoyo da alguna asesora de lactancia.

El bebé tiene que mamar de los dos pechos cada vez

No hace falta, y mucho menos 10 minutos cada vez como afirmaban nuestras madres y abuelas. Es preferible que vacíe bien un pecho -esté el tiempo que esté- a que lo quitemos de uno para ponerlo en el otro, pues le leche más rica en grasa y nutrientes está al final del pecho.

Dando teta no te puedes quedar embarazada

Es más difícil, pero sí se puede, sobre todo cuando el niño empieza a espaciar las tomas y a comer otras cosas. La MELA, como así se conoce este método anticonceptivos, solo es fiable si el bebé es menor de 6 meses, solo toma pecho y lo hace muy frecuentemente, tanto de día como de noche.

No se puede dar teta con los pezones invertidos

Puede resultar más complicado al principio, pero sí se puede. En la mayoría de los casos, los pezones son elásticos y, con un agarre, irán saliendo. Además, siempre se puede recurrir a pezoneras o al sacaleches.

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