Mont Blanc, la montaña más alta de Francia, ha perdido más de dos metros en dos años debido al cambio climático. Esta pérdida es un ejemplo de los impactos globales del calentamiento.
Se pensaba que las condiciones frías y secas del interior de la península habrían sido demasiado duras para que poblaciones humanas habitaran las montañas. Pero este estudio demuestra que no fue así.
Según la FAO una gran parte de la población mundial es pobre y el 15 % habita en las montañas. Estos lugares son vitales para el sustento de todo el planeta.