España propulsará la movilidad laboral de personas con discapacidad en la UE

En menos de un mes, el Gobierno español va a coger su puesto en la presidencia del Consejo de la Unión Europea, y el impulso de la movilidad laboral dentro del mercado europeo es uno de los retos que tiene que afrontar y cumplir.

Y es que las personas con discapacidad fueron claras a la hora de realizar su petición, por lo que se espera que España consiga dar luz verde durante el próximo semestre a la Tarjeta Europea de Discapacidad.

Además, de esta forma se consigue la inclusión laboral en una área más extendida y con mismas regulaciones, para evitar la problemática que se presenta si no se forma de una manera común.

La movilidad laboral, un reto que hay que conseguir por la inclusión laboral en toda Europa

La Tarjeta Europea de Discapacidad es una herramienta imprescindible para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de la movilidad laboral en todo el territorio europeo.

Gracias a este documento, las personas con discapacidad esperan la garantización de una de las cuatro libertades que se dan en la UE, la de movimiento.

"No todos los países regulan igual la discapacidad", explica a EL ESPAÑOL Virginia Carcedo, secretaria general de Fundación ONCE e Inserta Empleo y directora de Transformación y Experiencia de Fundación ONCE.

Al no contar con dicho documento puesto en común en la UE, las desigualdades para las personas con discapacidad que van de un país a otro dentro de Europa por trabajo o estudios salen a relucir, dejándoles desprotegidos y sin apoyos.

"Cuando no tienes los mismos derechos reconocidos, es más complicado. No está resultando fácil porque cada país tiene su forma de reconocimiento", admite Carcedo respecto a la movilidad laboral en la UE.

Desde el 2016, la Tarjeta Europea de Discapacidad sigue como un proyecto piloto, que cuenta con la participación de 8 países de la UE: Bélgica, Chipre, Estonia, Finlandia, Italia, Malta, Rumanía y Eslovenia.

Cabe destacar que la Comisión Europea evaluó su aplicación entre 2019 y 2020 con una conclusión positiva.

En el caso de España, tienen en cuenta la movilidad laboral, por lo que la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, aseguró en mayo que el Gobierno tenía situado entre sus cuestiones principales la aprobación final de dicho documento.

La falta de apoyo y de accesibilidad, dos problemas que traen mucha desigualdad

Desde Fundación ONCE saludan este compromiso de España y admiten que "facilita que haya un estándar de reconocimiento. La Tarjeta Europea de Discapacidad es un proyecto de incidencia política y va a ayudar", asegura Carcedo.

La secretaria general de Fundación ONCE e Inserta Empleo conoce bien esas dificultades, ya que España participa con Alemania y otros países europeos en proyectos de movilidad laboral de jóvenes, entre ellos diez con discapacidad.  

"Mandamos candidatos, pero luego la persona se tiene que mover para entrevistas personales y terminan rechazando los puestos porque aquí sí tienen apoyo", admite Carcedo.

Además del reconocimiento de la discapacidad, Carcedo encuentra otra dificultad, el dominio de los idiomas. "En España, casi nadie habla inglés, y a eso se suman contenidos que no son accesibles para las personas con discapacidad" cosa que golpea gravemente la movilidad laboral para este colectivo.