Carreras STEM: una desigualdad de género endémica

Las carreras STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), en castellano Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas están entre las que más demandan las empresas actuales. Pese a que las mujeres son brillantes en el estudio de dichas materias, son los hombres quienes dominan el sector.

"Hagamos a las niñas bravas y no perfectas", sugiere Esther Checa, ejecutiva de Innovación en una empresa de Tecnología y Marketing digital. Es la consecuencia de una situación de desigualdad endémica en el ámbito de las carreras STEM. La dificultad de la mujer para acceder a la Educación ha restringido aún más sus posibilidades de estudio y desarrollo profesional en las carreras STEM, dominio tradicional de los hombres.

La desigualdad en las carreras STEM

La cultura de la desigualdad persiste todavía en el acceso a las carreras STEM. La mayoría de los estudiantes que las eligen son hombres, mientras que las mujeres lideran otras disciplinas como Magisterio o Enfermería. Todavía hay mucha gente que se sorprende cuando una mujer dice que quiere dedicarse a la Ciencia y a la Tecnología; o que le gustaría ser ingeniera o matemática.

La brecha de género de las carreras STEM puede medirse en cifras: solo el 25 % de sus estudiantes son mujeres. Quizás se deba a la falta de visibilidad de las mujeres que a lo largo de la Historia han brillado en muchos ámbitos profesionales relacionados con las ciencias, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas.

Una falta de visibilidad que en el pasado fue cruel e incluyo rayó en el delito. Se han conocido no pocos casos de mujeres científicas cuyos trabajos los firmaban hombres, mientras ellas vivían -algunas en la miseria- y todas en la marginación y el silencio. Los hombres les robaban su trabajo y se lucraban a costa de su esfuerzo. Hoy habría varias figuras delictivas asociadas a esa conducta, como apropiación indebida, plagio, estafa, etc.

Dos españolas, entre las 8 científicas más importantes de la historia

Sin embargo, y pese a este pasado de vileza y silencio, entre las mentes brillantes que a lo largo de la historia han dedicado su vida a la investigación científica también hay mujeres. Y aunque no hayan gozado del reconocimiento debido, les debemos avances que, si no tuviésemos hoy, nuestras vidas serían muy distintas y, desde luego, más difíciles.

En la páginas web de la ONU y de algunas de sus agencias como UNESCO o ACNUR destacan los trabajos de las 8 mujeres que consideran las científicas más importantes de la Historia de la Ciencia. Entre ellas, la francesa Marie Curie (1867-1934), única persona que ha ganado dos premios Nobel en disciplinas distintas: Física en 1903 y Química en 1911.

Entre las 8 damas de la Ciencia cuyos méritos ensalza la ONU hay dos españolas: la bióloga molecular Margarita Salas (1938–2019) y Flora de Pablo, investigadora que combina su labor científica con su lucha por el reconocimiento del trabajo de las mujeres en la ciencia a través de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas.

Las mujeres que luchan contra la desigualdad de genero en el ámbito de las carreras STEM coinciden en apuntar a la formación, la información y la implicación como los pilares en los que debe sostenerse la lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y para que su desarrollo profesional en los sectores de Ingeniería, Tecnología, Ciencias y Matemáticas se realice en igualdad de condiciones.