Un equipo de científicos españoles ha descubierto nicotina y antidepresivos como contaminantes derivados de la actividad humana en aguas de la Antártida, lo que representa un riesgo toxicológico para el medio ambiente.
A menos que se reduzcan rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la vida en la zona crepuscular podría disminuir entre un 20 y un 40 % para finales de este siglo.
Los océanos del mundo están experimentando un aumento de temperatura sin precedentes debido al calentamiento global causado por el hombre. Esto tiene graves consecuencias para la vida marina y el medio ambiente.