Las bibliotecas preservan cultura y conocimiento. Algunas, como las de México, Copenhague, Portugal, Admont y Austria, destacan por su belleza e historia. Son verdaderas fuentes de inspiración.
El bilingüismo no solo mejora el habla, sino que también favorece el desarrollo mental de los niños, mejorando su memoria, atención y control de impulsos.
El tsundoku es la costumbre de comprar libros y no leerlos. Se debe al amor por la lectura, el miedo a perderse novedades o la identidad intelectual. No es un problema si no genera estrés.