Orbán defiende la polémica ley laboral que causa protestas en Hungría

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21/12/2018 - 14:00
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Budapest, 21 dic (EFE).- El primer ministro de Hungría, el conservador nacionalista Viktor Orbán, defendió hoy la polémica ley laboral que ha generado una serie de protestas ciudadanas, a las que él definió como "griterío histérico".

"Nadie podrá ser obligado a trabajar horas extras. El que dice algo diferente, miente", aseguró Orbán hoy en su entrevista semanal a la radio pública "Kossuth".

La ley, que los críticos definen como "ley de esclavitud", eleva de 250 a 400 el número de horas extra permitidas por año.

De esta forma, ciertos empleados podrían pasar a trabajar seis días a la semana, mientras que los empresarios tendrán la posibilidad de desembolsar esas pagas en un período de 36 meses, o sea, tres años, en lugar de un año como hasta ahora.

Según los críticos, los trabajadores que se nieguen a aceptar trabajar las horas extras quedarían "marcados" y correrían el riesgo de despido, a pesar de que la ley determina que ese trabajo adicional debe ser siempre "voluntario".

En Hungría hay un notable déficit de mano de obra, según Orbán, que añadió que "se han eliminado las tontas reglas, para que el que quiere trabajar más, lo pueda hacer".

Esa falta de mano obra se debe a la emigración de cientos de miles de húngaros, muchos de ellos altamente cualificados, mientras que el Gobierno mantiene una política dura contra la inmigración.

En la última semana y media Budapest y otras ciudades fueron escenario de protestas contra la ley, que en algunos casos concluyeron en enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que acudió al gas lacrimógeno.

"Son gritos histéricos", dijo el primer ministro hoy sobre las protestas de los partidos de la oposición, aunque agregó que comprende a los manifestantes.

"Conozco el sentimiento cuando uno siente que tiene razón, pero nadie le escucha", dijo Orbán y acentuó que "hay que hacer una clara distinción del vandalismo".

Por otra parte, Orbán arremetió una vez más contra su principal rival ideológico, el magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, al asegurar que él está detrás de las protestas.

"En el fondo hay organizaciones internacionales que se mueven. Los más agresivos son pagados por Soros", enfatizó Orbán para quien el magnate es un enemigo político por defender las ideas de las sociedades abiertas.

El presidente húngaro y aliado de Orbán, János Áder, firmó este jueves la ley, que entrará en vigor el 1 de enero próximo.

Varias organizaciones han convocado una protesta para esta noche en Budapest bajo el lema de "Deberías avergonzarte, János".

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