La mitad de los pacientes crónicos está peor que hace un año

Una encuesta europea sobre el impacto de la crisis en pacientes crónicos realizada por la compañía de tecnología médica Boston Scientific, pone de manifiesto que el 69 % de las personas con dolor crónico en España ha pospuesto su consulta médica durante la pandemia, circunstancia que les ha provocado “estrés e incertidumbre” y, en muchas ocasiones, empeoramiento del dolor. Además, siete de cada diez afirma haber evitado buscar consejo médico durante la crisis.

La calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas empeoró durante la pandemia

Así lo revela una encuesta europea realizada entre mayo y junio de 2021 y en la que participaron 2.000 personas que padecen dolor de Alemania, España, Italia y el Reino Unido, según precisó la empresa en un comunicado en el que señaló que el objetivo era evaluar el impacto de la Covid-19 en su salud y experiencia del dolor crónico, entendido este como cualquier tipo de dolor con una duración superior a tres meses.

Por lo que respecta a los encuestados españoles, el 52 % afirman también haberse sentido “incómodos” ante la idea de tener que pedir una consulta médica presencial en relación con su dolor y el 16 % asegura no saber cuándo se sentirán “cómodos” con una cita cara a cara con su médico.

No obstante, son los encuestados de mayor edad los que menos han pospuesto la búsqueda de asesoramiento médico, dado que, mientras que el 73 % de los menores de 34 años lo ha hecho, el porcentaje se reduce al 62 % en el caso de los mayores de 55 años.

Los pacientes crónicos no diagnosticados son los más propensos a retrasar la consulta médica

El 21v% de los diagnosticados frente al 32 % de los no diagnosticados- y el tratamiento respecto al nuevo dolor que padecen –el 19 % en diagnosticados frente al 31 % en no diagnosticados-.

Para el 31 % de los encuestados, retrasar la visita a un profesional sanitario ha supuesto un “mayor nivel de estrés o ansiedad” y, mientras que el 25 % se siente “preocupado por el futuro” debido al dolor que experimenta, el 18 % vincula su experiencia a sentimientos de “soledad y aislamiento”.

Como alternativas al consejo de su profesional médico, el 49 % de los encuestados afirma que “a veces” lo ha sustituido por la automedicación, a pesar de que uno de cada tres pacientes españoles con dolor crónico está de acuerdo con que podría ser tratado mediante una consulta virtual y el 29 % considera que este tipo de consultas son “igual de eficaces” que las presenciales para el tratamiento del dolor crónico.

El 18 % de la población de España padece dolor crónico

El dolor crónico, definido como dolor continuo y prolongado que dura más de 12 semanas, afecta a aproximadamente 100 millones de personas en toda Europa y, a la luz de los datos arrojados por la consulta, el vicepresidente de Neuromodulación para EMEA en Boston Scientific, Vincent Sourdaine, defendió la necesidad de "dar voz a los afectados y alentar a quienes lo padecen a hablar con su médico y valorar las opciones de tratamiento".

Por este motivo, Boston Scientific ha lanzado en Europa la campaña ‘Ahora me escuchas’ con el fin de concienciar sobre el dolor crónico, su impacto en la vida de quienes lo padecen y cómo puede afectar a su vida cotidiana hasta ser incapacitante así como “alentar” a las personas afectadas a consultar con su médico para buscar las mejores opciones de tratamiento. Todo ello, a través de la historia de cinco personas con dolor crónico en Alemania, España, Italia y el Reino Unido mostrada mediante tres vídeos que persiguen visibilizar a quienes sufren dolor.

Las personas que están enfermas tienen una lucha enorme con su enfermedad y no podemos abandonarlas durante más tiempo

Es muy necesario que el Ejecutivo trabaje en el abordaje del dolor como una prioridad en las agendas políticas de todos los gobiernos de la UE.

Los médicos hoy en día no tienen los mismos pacientes que tenían en marzo de 2020, están mucho peor, con más dolor y un empeoramiento muy grave.

Además, es fundamental que el paciente crónico esté bien informado de su dolor, de las causas, de los posibles tratamientos, y de su gestión tanto con técnicas psicológicas de control del dolor como con ejercicio y vida saludable. El paciente no solo debe ser copartícipe en el abordaje de su dolor, sino que debe ser el gestor del mismo.