Solo el 25 % de las empresas logran la paridad de género en sus comités de dirección

A pesar de los avances en diversidad e inclusión, solo el 25 % de las empresas han alcanzado la paridad de género en sus comités de dirección. Esto significa que tres de cada cuatro compañías siguen teniendo una representación mayoritariamente masculina en sus puestos de liderazgo.

En un contexto empresarial que enfrenta retos cruciales relacionados con la competitividad, la innovación y la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante, la Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s, EJE&CON, a través de su Observatorio de Diversidad y Tendencias, junto con HARKETING, consultora especializada en gestión de talento y marketing para recursos humanos, presentaron el Informe Anual sobre Tendencias en Gestión del Talento y Diversidad 2024, en un evento celebrado en la sede de ISDI en Madrid.

Entre sus principales hallazgos, destaca que el 78 % de las empresas ya incluye a la Dirección de Talento en el comité de dirección, reafirmando el papel estratégico de la gestión de personas. Sin embargo, persisten importantes retos, como la brecha de género: solo 1 de cada 4 empresas ha alcanzado la paridad de género en sus comités de dirección.

El acceso de las mujeres a altos cargos sigue enfrentando obstáculos, como la falta de oportunidades, la persistencia de sesgos inconscientes y la dificultad para conciliar vida personal y profesional. Aunque cada vez más organizaciones implementan políticas de igualdad, los avances son lentos y desiguales según el sector y el tamaño de la empresa.

¿Qué sectores tienen mayor presencia femenina en la dirección?

El nivel de paridad de género varía según la industria. Algunos sectores han avanzado más rápido que otros en la inclusión de mujeres en puestos directivos:

• Finanzas y banca: Se han implementado medidas para aumentar la presencia femenina, pero el liderazgo sigue dominado por hombres.
• Tecnología y STEM: Las mujeres siguen subrepresentadas en los cargos más altos, a pesar de los esfuerzos por reducir la brecha.
• Salud y educación: Son sectores con una mayor participación femenina, pero aún con desafíos en los puestos de dirección.
• Consumo y retail: Las empresas han impulsado la igualdad con programas específicos de liderazgo femenino.

Las compañías que han logrado la paridad de género destacan que la diversidad en la dirección mejora la toma de decisiones y la rentabilidad, beneficiando tanto a la empresa como a la sociedad.

Claves para acelerar la igualdad en liderazgo

Para cerrar la brecha de género en los comités de dirección, es fundamental aplicar medidas concretas que fomenten la igualdad de oportunidades. Algunas de las estrategias más efectivas incluyen:

• Políticas de promoción equitativas: Garantizar que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades de ascenso.
• Planes de conciliación y flexibilidad laboral: Facilitar el equilibrio entre la vida personal y profesional.
• Mentoría y formación en liderazgo femenino: Fomentar el desarrollo de talento femenino en la empresa.
• Compromiso de la alta dirección: Involucrar a los líderes empresariales en la creación de entornos más inclusivos.

La igualdad de género en las empresas no solo es una cuestión de justicia social, sino también un factor clave para mejorar la competitividad y la innovación en el mundo empresarial.

La idea central es que ni las mujeres ni los hombres sean marginados o favorecidos en exceso, promoviendo un equilibrio que permita aprovechar el talento y la diversidad de perspectivas que ambos aportan.

En el ámbito político, la paridad de género se traduce en la implementación de medidas como cuotas en las listas electorales o en cargos públicos, con el objetivo de alcanzar una representación equitativa en parlamentos y gobiernos. De esta forma, se busca que las decisiones políticas reflejen mejor las necesidades y aspiraciones de toda la sociedad, no solo de un género.

Aunque se han logrado avances importantes, aún existen brechas significativas en la representación de mujeres en puestos directivos y de liderazgo, lo que ha llevado a la creación de políticas y programas específicos para promover la diversidad e inclusión.