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En estos días, leemos y escuchamos con preocupación los discursos que relacionan la subida de las pensiones con la situación precaria de otros sectores de la población.
Desde la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP) se preguntan: ¿qué finalidad persiguen? ¿Acaso se trata de polarizar y enfrentar a los sectores de población en situación vulnerable? Si fuera así, deberíamos preguntarnos ¿Por qué?
España tiene una de las tasas más altas de pobreza laboral
Quizás, no poner el foco en el problema real. Según el informe Entrar y salir de la pobreza laboral en España, realizado por el Observatorio Social de la Fundación la Caixa, España tiene una de las tasas de pobreza laboral más altas de Europa (afecta al 16% de los hogares), y va en aumento.
Aunque se estima que la subida del salario mínimo y la reforma laboral mejorará las condiciones laborales, los jóvenes están sufriendo una mayor temporalidad laboral, quedando a menudo atrapados en empleos con bajos salarios, temporalidad en los puestos y alta inseguridad contractual.
Ocurre lo mismo si hablamos de la brecha de género salarial todavía existente, o el complicado acceso a la vida laboral de muchas personas con discapacidad y otros colectivos vulnerables. Sin apenas oportunidades profesionales, con cotizaciones más cortas e inestables, cuando les llegue la hora de jubilarse ¿obtendrán una pensión digna para vivir? La respuesta es no.
El futuro de los jóvenes es clave
En estos tiempos de incertidumbre económica, entendemos que es fundamental que toda la sociedad, incluso las personas ya jubiladas, reclamemos y apoyemos mejoras laborales, así como de conciliación entre la vida laboral y personal para que las generaciones más jóvenes coticen más y mejor a lo largo de toda su vida profesional, dado que el empleo precario supone además, una importante pérdida en los ingresos de la Seguridad Social.
Es fundamental, pues de ello dependerá para que alcancen una pensión digna. Las pensiones se garantizan con más y mejores empleos, creciendo más y con un mejor reparto de los recursos generados por ese crecimiento. Los ingresos son determinantes para decidir qué tipo de sociedad queremos.
Las personas mayores no son ricas. Ni su dinero se queda en un cajón. Tampoco son un lastre económico y de gasto, pues la economía de las personas mayores retorna en su gran mayoría a la sociedad, a pesar de que muchos nos vean solo como un gasto.
El número de pensionistas sigue creciendo en España
Por otra parte, el número de pensionistas ya se eleva por encima de los 9 millones de personas. De ellos, 4,6 millones son hombres y 4,4 millones, mujeres. La pensión principal es la de jubilación para 6,1 millones de personas y la de viudedad lo es para 1,6 millones. Pero, ¿Qué ocurre con la mayoría de las pensiones? Qué están por debajo del actual Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado en 1.000 euros al mes.
La pensión media del Régimen de Autónomos es de 836,7 euros/mes o la pensión media de viudedad en vigor en septiembre, es de 780,2 euros al mes. Diferencias muy significativas encontramos también en las cuantías de la pensión media por comunidades autónomas: las personas pensionistas en Extremadura, Galicia, Murcia, Andalucía o Canarias tampoco alcanzan a ser mileuristas.
Una lucha por las pensiones
Desde la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España apoyan las movilizaciones de todo el movimiento de personas jubiladas, de todas las asociaciones, plataformas y organizaciones y pensionistas que a nivel grupal o individual, con sus acciones y convocatorias, reivindican los derechos e intereses de todas las personas pensionistas y jubiladas.
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