Pirotecnia y autismo, un grave problema

Hay muchas personas con autismo que sienten verdadero pánico ante los petardos y fuegos artificiales. Con todo lo relacionado con la pirotecnia.

Las explosiones les generan un nivel de ansiedad, estrés y miedo

Salvo en lugares muy determinados (Valencia en España, donde es prácticamente durante todo el año) el uso de pirotecnia es algo puntual. Aunque sí podemos ver cómo niños, adolescentes y jóvenes pueden estar tirando petardos durante un tiempo mayor en una fecha determinada, y muy habitualmente en Navidades. Esto significa realmente un impacto en algunos días en concreto.

El mal uso de la pirotecnia y sobre todo su uso en lugares donde residen personas y animales, hace que para muchos de ellos, la diversión de algunos sea el sufrimiento de otros.

En esta ocasión hablamos de niños y niñas con autismo

Una de las principales características de estos niños es que padecen un desorden del procesamiento sensorial. Tienen los sentidos exacerbados, y especialmente el oído, percibiendo los ruidos de manera aumentada. Los niños con autismo son hipersensibles a los sonidos y a las luces, por lo que los espectáculos de fuegos artificiales se convierten en una tortura para ellos.

Las familias se preparan ante la llegada de días como hoy, incluso preparándoles para lo que pueden vivir e intentar minimizar los efectos. En otros casos no es posible y quienes puedan, deciden alejarse de la urbe para proteger a sus menores.

Por ello, antes de utilizar la pirotecnia, piensa en todas aquellas personas y en especial en aquellos que tienen autismo.