Un estudio publicado en la revista 'Science' revela que la contaminación del aire por la combustión de gas o carbón afecta drásticamente las señales olfativas necesarias para que los polinizadores nocturnos como las polillas localicen flores.
Las polillas son menos resistentes que las abejas debido a su ciclo de vida complejo y requisitos de polinización más específicos. A pesar de ello, juegan un papel crucial en la polinización de las comunidades de plantas urbanas.
Varios estudios científicos han investigado las causas de este fenómeno, encontrando vínculos entre las alergias y el aumento de temperaturas y lluvias.
Cada vez más personas en España tienen alergia al polen. Según una base de datos, en 2021 uno de cada siete españoles tenía síntomas de alergia, como picor, ojos rojos, estornudos y congestión nasal.
Evitar los síntomas del polen es posible si podemos conocer los niveles que hay en el aire que respiramos en la calle, así podremos decidir si salimos de casa, o si usamos mascarilla para reducir los efectos.