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No existe una edad recomendada para llevar a un niño al cine, ya que cada uno es un mundo y puede que uno de dos años lo lleve fenomenal, y uno de 8 pues no le guste para nada.
Lo que si dicen los expertos es que más de una cuestión de edad, nos encontramos ante una cuestión de madurez y respeto de los padres a las necesidades del pequeño.
Un aspecto muy importante a tener en cuenta, es el nivel de decibelios que se alcanzan en las salas de cine, pues estos pueden aumentar en determinados momentos, por lo que en el caso de bebés y niños muy pequeños sería conveniente pensarnos dos veces si llevarlos a este tipo de lugares, más que nada por cuidar de su salud auditiva, que está en pleno desarrollo durante sus primeros años de vida.
Al cine con los niños: consejos muy útiles
Escoger una película detenidamente: Es una buena idea que antes de acudir al cine miremos los trailers de las películas con los pequeños, mostrándoles la variedad indicada a su edad que hay en cartelera, para, primero que el pequeño escoja lo que le gustaría ver, y segundo, prepararles a lo que van a poder visualizar en la gran pantalla.
Planificación y preparación: Es muy recomendado explicar que vamos a ver a sus personajes favoritos en una tele súper grande, muchísimo más grande que la que hay en casa, además de detallarle lo que necesitaremos llevar para ir al cine, algo de picoteo, bebidas, un cojín, etc.
Llegar a tiempo: Es bueno llegar con tiempo al cine, preguntarles siempre si quieren ir al servicio, si necesitan algo. Así podremos sentarnos y tener una primera toma de contacto con la sala donde disfrutaremos de la película.
Ante todo, tener claro que son niños, no perdamos la calma y entendamos y ayudémosles a entender sus emociones
Podemos encontrarnos con dos situaciones, o que no le resulte atractivo ir al cine, cosa totalmente respetable porque 'para gustos, los colores' o que les encante y pidan volver de nuevo. Claro que entre medias puede ir mezclado de miedo, susto u otras emociones dada la cantidad de estímulos que recibirán.
No debemos de dar por hecho que una u otra situación se va a dar, vayamos tranquilos sin miedo, disfrutando este nuevo descubrimiento para nuestro pequeño.
Aunque lleves todo bien planificado, puede que el niño o niña se queje, esté incomodo, aburrido o llore, por lo que es momento de salir de la sala. Si se calma, podemos volver a entrar, pero sino, es hora de abandonar el cine, ya no solo por el bienestar del pequeño sino por respeto a los demás que han acudido a visionar la película.
Una cosa hay que tener clara, que como padres, madres, abuelos, tíos, primos, nunca, jamás, podremos obligar a un niño a ir al cine o a montar en bici o en patines o a comer determinadas cosas. Si tu pequeño no se encuentra preparado para una determinada situación, no pasa absolutamente nada.
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