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Lactalis Puleva incorpora un nuevo embalaje más sostenible con 30% de plástico reciclado. Reciclar no es importante solo para el medio ambiente, sino también para nuestra economía. Aunque vamos mejorando la gestión de los residuos, aún perdemos valiosos materiales reutilizables como metales, madera, vidrio, papel y plásticos.
Iniciativas como esta protegen el medio ambiente de la contaminación de los plásticos al tiempo que incentivan el crecimiento y la innovación.
Los embalajes de Puleva ECO están hechos con un 30% de plástico reciclado
Esta nueva apuesta de Puleva se utiliza ya en toda su gama Puleva ECO y estará presente en otros de sus productos antes de finales de 2020.
Dicha medida es parte del compromiso que la compañía mantiene para mejorar la sostenibilidad de los envases y embalajes. Gracias a esta iniciativa, Lactalis Puleva reutilizará cada año 78 toneladas de plástico procedentes del contenedor amarillo.
Además de la incorporación de estos y otros embalajes más sostenibles, Lactalis Puleva está renovando progresivamente sus envases, tapones y pajitas, optando por otros de origen mayoritariamente vegetal, que favorecen en mayor medida la economía circular.
Las empresas tienen un gran interés en que se transforme el modo en que se diseñan, producen, usan y reciclan los productos en la UE, y, liderando esta transición, crearemos nuevas oportunidades de inversión y empleo.
Puleva, comprometidos con el medio ambiente
Lactalis Puleva sigue avanzando para disminuir el impacto de su actividad en el medio ambiente y contribuir a la economía circular. De hecho, desde el año 2007, y en concreto su fábrica de Granada, ha conseguido reducir hasta un 50% el consumo de agua gracias a su plan de gestión ambiental.
Asimismo, actualmente todas las fábricas del grupo trabajan con combustible limpio y, a partir de 2021, se prevé que el 50% de la electricidad será de origen renovable gracias al acuerdo firmado con ENGIE en 2019. Esto permitirá reducir un 10% las emisiones de CO2, hasta un total de 26.950 toneladas al año.
Una de las principales dificultades de usar plástico reciclado para envases de alimentos es garantizar que no llegan contaminantes al producto final y que es seguro. De ahí la idea de dar un enfoque más "circular" al plástico para evitar el desperdicio de millones de toneladas en el mar.
Todos los envases de plástico deben ser reciclables en 2030
Para los plásticos en Europa tenemos un plan especial: la Estrategia sobre los plásticos, que se adoptó en 2018.
En lo referente al reciclaje, esta estrategia obliga a que en 2030 todos los plásticos puedan reciclarse. Apenas reciclamos un 30 % de los plásticos. Un 39 % son incinerados y el restante 31 % va a vertederos.
Esta baja proporción de reciclaje provoca grandes pérdidas para la economía, empresas y para el medio ambiente. Se estima que el 95% del valor del material de embalaje de plástico se pierde en la economía tras un primer uso muy breve.
Además, cada año, la producción y la incineración de plástico emiten alrededor de 400 millones de toneladas de CO2 en el mundo, lo que se podría reducir con un mejor reciclaje. Por tanto, las empresas deben aumentar la presencia de materiales reciclados en sus procesos de producción.
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