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El uso excesivo de plástico en los comercios es toda una evidencia. En este sentido, las directrices europeas son cada vez más restrictivas en su uso. En consecuencia, España ya está activando medidas enfocadas en la reducción de los plásticos de un solo uso, que están muy presentes en los envases de los alimentos, por lo que valora imponer una nueva tasa a estos productos.
España tiene unos ingresos medioambientales por debajo de la media europea
Como explica el ministerio de Hacienda, la Comisión Europea señala que España cuenta con suficiente margen en materia de fiscalidad verde. Esto es porque nuestro país registra el quinto porcentaje más bajo de ingresos medioambientales respecto al PIB de la UE.
De hecho, en 2017, los ingresos derivados de la fiscalidad verde solo representaron el 1,83% del PIB, mientras que la media de la Unión Europea fue del 2,40%.
A todo esto, el Gobierno ha iniciado ya los trámites para establecer un nuevo impuesto medioambiental a los plásticos de un solo uso. En este sentido, Hacienda trabaja en estos momentos en el estudio pertinente para la creación de este nuevo impuesto.
Para ello, el departamento de María Jesús Montero ha optado por disponer un proceso de consulta pública en la que pueden participar tanto empresas como ciudadanos y dar sus aportaciones.
¿A qué productos afectaría el nuevo impuesto?
Desde el Gobierno explican que esta nueva tasa en fase de estudio está dirigida a los envases de plástico utilizados para proteger los alimentos. Un ejemplo sería el plástico que recubre la fruta y el pan del supermercado, entre otros.
Sin embargo, no se ha definido por ahora si las bolsas de plástico disponibles en las secciones de fruta y verdura de los supermercados tendrían esta nueva tasa.
¿Cuál es el verdadero fin de la tasa?
En principio, como apuntan las directrices europeas, el objetivo es reducir el impacto de los plástico en el medio ambiente. Asimismo, con estos impuestos extra España ajustaría su fiscalidad medioambiental para ponerla al nivel del resto de Estados miembros.
De este modo, imponiendo una tasa especial a estos productos se pretende desincentivar que la industria utilice los plásticos de un solo uso. Esto obliga a que sea necesario buscar otros materiales que puedan sustituir lo que hasta ahora se hace con plástico.
Subir los impuestos a un determinado producto para desincentivar la compra no es algo nuevo. De hecho, es una medida muy frecuente que aplican los gobiernos con el tabaco y las bebidas alcohólicas.
Sin embargo, no siempre está claro que la medida busque tal efecto, ya que suele ser más bien un comodín para aumentar la recaudación de impuestos en momentos oportunos con la excusa de que se hace por salud.
¿Utilizamos mucho plástico en España?
Pues bien, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza, España consume nada menos que el 10% de todos los plásticos de un solo uso en Europa. Se trata de una cifra muy considerable.
En este sentido, España lleva años aplicando medidas contra el uso abusivo de plásticos. De hecho, en julio de 2018 el Gobierno prohibió a los comercios facilitar bolsas de plástico gratuitas a los clientes. Fue entonces cuando los españoles empezamos a pagar unos diez céntimos por las bolsas de la compra en el supermercado.
La medida, que en principio no gustaba entre los consumidores más tradicionales, ha tenido un importante efecto, ya que el uso de estas bolsas ha descendido más de un 20%.
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