España dedica casi un punto del PIB a proteger el medio ambiente

España ocupa el quinto puesto de países de la UE que más gasto público destinan a la protección del medio ambiente y el sexto en relación al PIB nacional, según datos de Eurostat.

En términos absolutos, España dedicó 10.604 millones de euros a este capítulo en 2018 (último año con datos disponibles de todos los Estados miembro de la UE), una cifra sólo superada por Francia (24.051 millones), Alemania (19.933 millones), Italia (14.808 millones) y Países Bajos (10.618 millones).

Alemania lidera en gasto público a la protección medioambiental

La serie histórica de Eurostat, recogida por Servimedia, comienza en 1995 y señala que esos cinco países son los que siempre han destinado más dinero público a la protección medioambiental, con ligeras variaciones.

Así, Alemania fue el que lideró la clasificación hasta 2004 y Francia viene haciéndolo de forma ininterrumpida a partir de 2004. España se colocó cuarta entre 2006 y 2011, así como en 2014 y 2015, al adelantar a Países Bajos, y el resto de los años ha permanecido en la quinta posición.

En los últimos años el gasto en protección del medio ambiente se ha mantenido estable

Desde el punto de vista relativo, el gasto de los gobiernos en protección ambiental en relación al porcentaje del PIB nacional se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los años. En el caso de España, ese porcentaje oscila entre el 0,8% y el 1,1%. El máximo se alcanzó en 2009 y 2010.

España ocupó en 2018 la sexta posición al dedicar un 0,9% del PIB a protección del medio ambiente, sólo por detrás de Países Bajos (1,4%), Bélgica y Grecia (1,3%), Malta (1,2%) y Francia (1,0%). Cierran la clasificación Finlandia (0,2%) y Chipre y Lituania (0,3%).

Un repaso del registro temporal indica que Países Bajos ha encabezado en la mayoría de los años la tabla de los países de la UE que más porcentaje de su PIB dedican a protección ambiental y que Bélgica, Grecia y Malta también ocupan las primeras posiciones en lo que va de siglo. Todo lo contrario ocurre con Finlandia y Chipre, que suelen cerrar el ranking en muchos años.