Crotone dice no al racismo

Vivimos en una sociedad racista y no nos asustamos. El racismo es el pan de cada día: en el trabajo, en la calle… El racismo nos domina a nosotros mismos. Llegamos a decir: “Cuidado con ese negro”. Sin embargo, si ese “negro” llega a ganar una cantidad indecente de dinero en su empleo empezamos a tratarlo con nombre y apellidos. Empezamos a tratarlo como una persona porque, hasta ese momento, nos parece una persona de segunda.

Es triste pero es un asunto que no solo ocurre en Crotone con Nwankwo Simy, el futbolista africano increpado bajo gritos racistas. En España, deporte y racismo han sido uno desde hace 30 años y, nos estamos salvando de escucharlo en el deporte profesional ya que, no hay público en los estadios y en los pabellones debido a la situación sanitaria provocada por el Covid – 19.

Hay que despejar el racismo de nuestras vidas en pleno s. XXI

Siempre que hablo de deporte y racismo suelo hablar de una pieza audiovisual que se encuentra en Movistar+: “Los Otros: Fútbol y Racismo”. A todo ello hay que añadirle un reportaje que Gonzo realizó en LaSexta a Sitapha Savané, comentarista de baloncesto en Movistar y a Iñaki Williams, delantero del Athletic Club e internacional español.

Sí. Han leído bien Williams es internacional español por méritos propios. Además, Iñaki nació en Bilbao. Meses antes de que Iñaki naciera, sus padres consiguieron escapar de la guerra. El racismo es un aspecto que debemos desterrar de nuestras vidas y que no tiene que verse en el deporte.

Los orígenes del racismo en el deporte en España tienen su germen en varios grupos ultras como Frente Atlético. Se dedicaban a incomodar a los futbolistas de equipos rivales con insultos y onomatopeyas como ocurrió en Cornellá con Iñaki Williams hace un año. Sin embargo, lejos de actuar, la justicia pasa de puntillas por estos casos.

Nwankwo Simy sufrió insultos racistas hace unos días en Italia

Italia y España tienen patrones de comportamiento en común más allá de estar bañados por el Mar Mediterráneo. Ambos países están sembrando el renacimiento de la extrema derecha en Europa de la mano de personajes como Matteo Salvini y Santiago Abascal. Todo ello, a su vez se ve reflejado en la sociedad y este ataque racista es la conclusión de todo ello.

Sin embargo, en la ciudad de Crotone todo terminó con final feliz. El alcalde de la ciudad italiana recibió al jugador en el ayuntamiento y le entregó un certificado de ciudadanía honorífica para su hija: “La ciudad te quiere y este certificado es un abrazo simbólico. Denunciar públicamente estos incidentes es dar ejemplo: tenemos que denunciar a estas personas porque sólo si nos damos cuenta de la gravedad de estos actos podremos combatir la intolerancia, la violencia y el racismo”.

Simy lleva cinco años viviendo en la ciudad desde que llegara procedente de Portugal. Él mismo ha declarado que se siente como si fuera de Crotone y que agradece este mensaje de apoyo.