Dados sus componentes plásticos, las mascarillas pueden tardar hasta 400 años en descomponerse y si se desechan incorrectamente tienen el potencial de contaminar el entorno. Sanitas lanza una iniciativa pionera en el reciclaje de mascarillas.
La transición hacia un nuevo modo de producción y consumo es tan necesaria como urgente. Sin embargo, nuestro país se encuentra en el puesto 18 de entre 27 países.