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La AEPD ha señalado cuatro patrones que contribuyen a la adicción digital: el scroll infinito, la reproducción automática de vídeos, los temporizadores que ofrecen recompensas y otros incentivos. Estos elementos están diseñados para mantenerte más tiempo en las aplicaciones, lo que permite a las plataformas recopilar más datos sobre ti y expandir su negocio. Este fenómeno se detalla en el estudio "Patrones adictivos en el tratamiento de datos personales".
La AEPD identifica cuatro patrones adictivos en las redes sociales
La AEPD ha identificado cuatro patrones adictivos en las redes sociales como causa de su última denuncia: el scroll infinito, la reproducción automática de vídeos, temporizadores con recompensas y otros incentivos diseñados para mantenerte más tiempo en las aplicaciones.
Estos métodos permiten a las plataformas recopilar más datos y expandir su negocio, según el estudio "Patrones adictivos en el tratamiento de datos personales".
Estos patrones buscan maximizar los beneficios económicos de las plataformas, que dependen de la duración de la conexión del usuario y el volumen de datos recogidos. La percepción de adicción es compartida por los usuarios; una encuesta de Sigma Dos muestra que el 80 % cree que las redes sociales generan adicción. En España, el 85 % de los usuarios de 14 a 65 años accede a internet varias veces al día, según el INE.
El Comité Europeo de Protección de Datos (CEPD) ya ha abordado estos patrones en una guía, instando a las autoridades a sancionar los diseños engañosos que violen el RGPD. La AEPD está investigando a las empresas responsables de estas prácticas, ya que un mayor tiempo de uso incrementa el volumen de datos personales recogidos, afectando la privacidad.
Ricard Martínez, profesor en la Universitat de València, explica que el modelo de negocio de las redes sociales requiere que los usuarios pasen mucho tiempo conectados. Además, critica que las plataformas suelen presentar las opciones de privacidad de manera poco clara para inducir a los usuarios a aceptar sin leer.
La pantalla, un mecanismo adictivo
Los mecanismos adictivos de estas plataformas se basan en dos principios psicológicos clave: el refuerzo y el castigo. Así, Daprá explica que, al aplicar el refuerzo negativo, las redes mantienen a los usuarios en línea mediante la pérdida de puntos, menor visibilidad o menos “likes” si no están activos. “Es como darle un tirón de orejas digital al usuario”, señala.
A pesar de este enfoque, las redes sociales estimulan principalmente la liberación de dopamina, la hormona del placer. Daprá resalta que las notificaciones y el contenido personalizado generan una gratificación inmediata, creando un ciclo de refuerzo positivo que engancha a los usuarios.
¿Cuáles son los efectos psicológicos y las consecuencias legales?
Las redes sociales fomentan la comparación social, lo que puede causar baja autoestima, ansiedad por la aprobación y problemas de sueño. El FOMO (miedo a quedarse fuera) también juega un papel, haciendo que los usuarios sientan que están perdiéndose algo importante, aunque esto a menudo no es cierto.
Los patrones adictivos no solo crean dependencia, sino que también violan derechos fundamentales y leyes como la Ley de Protección Jurídica del Menor y la Ley de Garantía de Derechos Digitales. Las autoridades se preocupan por la protección de datos personales, la prevención de suplantaciones de identidad y la veracidad de la información, asegurando que los usuarios entiendan cómo se manejarán sus datos antes de aceptar términos en las redes sociales.
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