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El año pasado se registraron 57 ataques no provocados de tiburones a personas en todo el mundo, lo que supone la cifra más baja desde 2009 y empatada con 2020, año en que estalló la pandemia.
Así consta en el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Florida (Estados Unidos), cuya base de datos rastrea los incidentes mundiales con escualos y define ataques no provocados de tiburón los iniciados por uno de estos animales en su hábitat natural.
Esa base de datos, actualizada este lunes y recogida por Servimedia, señala que en 2022 se registraron 57 ataques no provocados de escualos a personas, la misma cifra que 2020 y la más baja en 14 años. Hay que remontarse a 2008 para encontrar un dato inferior (55).
Desde 2013 se ha registrado una media de 74 mordeduras de tiburones
Por el contrario, el máximo histórico desde 2008 siguen siendo los 98 casos documentados en 2015, un año que coincidió con un calentamiento en los océanos debido al fenómeno climático de ‘El Niño’.
No obstante, la reducción general en el número de mordeduras del año pasado puede reflejar la disminución global documentada de las poblaciones de escualos, según el ISAF.
"En términos generales, la cantidad de escualos en los océanos del mundo ha disminuido, lo que puede haber contribuido a las pausas recientes", indica Gavin Naylor, director del Programa de Florida para la Investigación de Tiburones del Museo de Historia Natural de Florida, quien agrega: "Es probable que las muertes hayan disminuido porque algunas áreas han implementado recientemente rigurosos protocolos de seguridad en las playas, especialmente en Australia".
El ISAF pone un fuerte énfasis en las mordeduras no provocadas de tiburones en su último informe anual y no destaca los ataques que pueden haber sido provocados por circunstancias atenuantes, como líneas de pesca lanzadas en las inmediaciones del incidente o la presencia de carnaza en el agua.
El año pasado hubo 32 ataques adicionales que se ajustan a los criterios del ISAF por haber sido provocados intencionadamente o no.
Estos casos ocurren cuando un humano inicia una interacción con un tiburón y ocurren cuando buzos son mordidos tras acosar o tratar de tocarlos, mordeduras en pescadores submarinos, ataques a personas que intentan alimentarlos, mordeduras que ocurren al desengancharse o retirar un tiburón de una red de pesca, etc.
“Las mordeduras no provocadas nos brindan una comprensión significativamente mayor de la biología y el comportamiento de los escualos”, recalca Naylor, antes de añadir: "Cambiar el entorno de tal manera que los tiburones se sientan atraídos por el área en busca de su fuente de alimento natural podría incitarlos a morder a los humanos cuando de otra manera no lo harían".
Datos según diferentes partes del mundo
Como en años anteriores, Estados Unidos aglutinó la mayor cantidad de ataques no provocados de escualos y el Estado de Florida nuevamente reunió más mordeduras que en cualquier otro lugar de la Tierra. Este país tuvo una muerte no provocada por un escualo, ocurrida a finales del año cuando un buceador desapareció de la playa de Keawakapu en Maui (Hawái).
Australia concentró nueve ataques no provocados y confirmados, y hubo uno en Brasil, Nueva Zelanda y Tailandia. Dos mordeduras mortales ocurrieron el mismo día en la costa egipcia del Mar Rojo, donde los encuentros con escualos se consideran raros.
Sudáfrica, que suele promediar pocos ataques anuales, registró dos en 2020, ambos fatales y probablemente causados por tiburones blancos.
Las posibilidades de ser mordido por un tiburón son muy bajas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ahogamiento es la tercera causa principal de muerte accidental en todo el mundo y características costeras como las mareas y las fuertes corrientes representan un riesgo mayor para los bañistas que los ataques de escualos.
El Archivo Internacional de Ataques de Tiburón proporciona una lista seleccionada de recomendaciones para reducir el riesgo de ataque de tiburones, como quitarse las joyas reflectantes antes de entrar al agua y evitar las áreas donde hay gente pescando.
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