Salgado defiende su actuación en la crisis para evitar el rescate de España

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11/01/2018 - 19:44
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Madrid, 11 ene (EFE).- La exministra de Economía y exvicepresidenta Elena Salgado ha defendido hoy que se enfrentó a la crisis durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) para preservar el futuro de España y evitar el rescate del país, aunque ha admitido que no se siente satisfecha porque también se cometieron "errores".

Salgado ha comparecido en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera y el rescate a la banca, en la que también ha intervenido el presidente de la CNMV, Sebastián Albella, que ha avanzado que ese organismo está analizando las cuentas del Banco Popular anteriores a su resolución por si hubiera ocultado pérdidas.

Albella ha explicado que la CNMV investiga los resultados con pérdidas de 12.000 millones de euros del Popular relativos al primer semestre de 2017 para ver si es "razonable" imputar esos resultados a ese período íntegramente o si una parte debía haberse imputado a ejercicios anteriores.

Elena Salgado. que estuvo en el gobierno entre abril de 2009 y diciembre de 2011, no ha hecho referencia durante su intervención al proceso de venta del Popular al Banco Santander, que según Albella es un "efecto retardado de la crisis financiera".

La exministra ha explicado que afrontó una de las crisis más duras de los últimos 70 años intentando proteger el estado de bienestar y ha argumentado que tuvo que subir impuestos como el IVA o el IRPF para no recortar en prestaciones ante el incremento del paro, que también intentaron paliar con el denominado Plan E, por el que se concedieron unos 8.000 millones a los ayuntamientos para diferentes obras.

En este sentido, ha explicado que el G-20 pedía destinar entre el 1,5 % y el 2 % del PIB a planes para reactivar la economía y decidieron actuar en el ámbito de las infraestructuras municipales para frenar la destrucción de empleo.

Ha justificado que fue una medida "de choque" que "amortiguó" la destrucción de empleo algunos meses y que sirvió para dar servicios públicos y facilidades a personas discapacitadas.

Salgado ha señalado que el déficit superior al 9 % del PIB en 2011 se debió a una disminución de los ingresos y no a un aumento del gasto, que "incluso se redujo en los momentos más delicados".

Ha puntualizado que en momentos difíciles no se puede cargar en la reducción del gasto si no se quiere perjudicar a los ciudadanos, aunque ha lamentado los graves efectos que luego tuvo la crisis en el desempleo.

"De todos los efectos de la crisis económica, el desempleo fue el mas lacerante e impedía cualquier instante de relajación al Gobierno", ha dicho, tras añadir que lo que más preocupa es la actual pobreza.

La exministra ha achacado la recaída de la economía española en 2010 a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal que aumentaron la desconfianza hacia España, ya que su sector financiero tenía una gran exposición en el mercado inmobiliario.

También ha defendido la reforma del artículo 135 de la Constitución, la llamada "regla de oro fiscal", para comprometerse con la sostenibilidad de las finanzas públicas a cambio de no hacer más recortes a corto plazo y ha dicho que tuvo un "coste social nulo".

Sobre la salida a bolsa de Bankia, la exministra ha negado tajantemente haber realizado llamadas a grandes empresarios o banqueros para que compraran acciones en su proceso de salida a Bolsa y ha defendido la independencia que siempre mantuvo también respecto al Banco de España, la CNMV y la Agencia Tributaria.

"Si hay una persona con cara y ojos que dice que yo le llamé, le recomendaría a usted que no le compre ni un coche usado ni un coche nuevo", le ha espetado al diputado de ERC Joan Capdevilla.

La exvicepresidenta ha insistido en que el camino elegido para reestructurar el sistema financiero "fue el correcto" y ha asegurado que "sin ponerme ninguna medalla se hizo una transformación extraordinaria" del sector.

Ha señalado que la forma en que las entidades financieras españolas vendieron participaciones preferentes a particulares fue "un auténtico abuso" en algunos casos.

Albella no se ha referido a Bankia expresamente en su discurso, pero ha recordado que la misión de la CNMV es supervisar, no auditar cuentas, al tiempo que ha defendido un modelo de supervisión "vigoroso" y se ha mostrado a favor de que el nuevo modelo de supervisión sectorial esté coordinado y más en banca y valores, pese a que ha reconocido sentirse "incómodo" con la creación de una autoridad independiente de protección al usuario de servicios financieros.

También se ha referido a la gestión de la CNMV antes del proceso de resolución del Banco Popular y ha dicho que suspender la cotización del banco antes de su resolución "no hubiera frenado la caída del valor" y podría haber contribuido a empeorar su situación de liquidez.

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