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Las conocidas palomitas de playa son los rodolitos que surgen de las algas coralinas que se concentran en las playas del norte de Fuerteventura.
Un equipo de investigadores internacionales ha realizado un primer análisis de su composición, para conocer más detalles sobre su aporte al ecosistema marino.
El trabajo tiene como objetivo ampliar el conocimiento actual de los rodolitos en Canarias, para tener una base para futuras investigaciones sobre cómo actúan como proveedores clave en entornos insulares.
¿Qué son las palomitas de playa?
Las palomitas de playa es el popular nombre que reciben estos rodolitos o lechos de rodolitos. En concreto corresponden a nódulos independientes de las algas rojas coralinas.
Estas formaciones tan peculiares, según los investigadores, son ingenieros esenciales de los ecosistemas, ya que producen hábitats estructuralmente complejos que albergan conjuntos distintivos de fauna y flora de gran diversidad.
Las palomitas de playa son un perfecto hogar protector para los organismos que viven en ellos, porque se encuentran protegidos de los depredadores, y por otro lado, las especies que son comercialmente importantes, como peces, crustáceos o moluscos, se benefician de su existencia como hábitats.
Las palomitas de playa son, por tanto, cruciales para que la biodiversidad pueda tener un establecimiento y se mantenga, ya que contribuyen con las principales funciones de los ecosistemas marinos, según exponen los investigadores.
El caso, es que estos rodolitos si que muestran una resistencia a las perturbaciones ambientales, pero pueden verse afectados de forma muy grave por las tormentas, la recolección, la acidificación de los océanos y el calentamiento global.
Y es que actualmente, se están dando recolecciones masivas en las playas, lo que deja dañado al ecosistema y a la biodiversidad del lugar.
Valiosos recursos biológicos
El caso es que los científicos subrayan como importante la conservación de las palomitas de playa "como puntos calientes de biodiversidad y llamamos a un esfuerzo consciente en la protección y mantenimiento de estos valiosos recursos biológicos".
Es por ello que tras su investigación, hacen un llamamiento a la sociedad para que dejen de saquear rodolitos de playa, que se encuentran incluidas en las normas de protección.
"Cada año turistas y lugareños retiran una cantidad sustancial de rodolitos de las playas, lo que representa una amenaza para estos ecosistemas ya que los restos de rodolitos muertos contribuyen en gran medida a los sedimentos que forman las playas contemporáneas", precisa la investigación.
Las autoridades locales han estado trabajando en contra de esta tendencia y tratando de devolver, siempre que sea posible, todos los materiales a su lugar de origen y en las playas se exhiben grandes carteles que explican qué son esas «palomitas» y por qué se prohíbe su extracción.
Sin embargo, el saqueo de palomitas de playa sigue siendo muy evidente, "por lo que instamos a la implementación de más esfuerzos de protección", detallan los investigadores.
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