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La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) celebra este lunes su asamblea general, dónde aprobarán o no sus nuevos estatutos. La modificación que requiere dos tercios de los votos, es obligatoria para adaptarse a la nueva normativa.
En esta ocasión, la asamblea general se celebrará en un hotel madrileño, un emplazamiento distinto al de las últimas convocatorias donde acudirán los más de 18.000 socios con derecho a voto de esta entidad de gestión.
Se van a votar también las cuentas de 2017 y 2018, la política de inversiones o el reparto de derechos de ejecución de diciembre de 2018 y de junio de 2019.
Por otro lado se votará el mandato a los responsables legales de la entidad para la continuidad, en los términos actuales y ante todas las instancias posibles, del procedimiento ordinario, así como todos los incidentes que pudieran abrirse en el curso del procedimiento y ante cualquier instancia, incoado por la SGAE contra el Ministerio de Cultura y Deportes ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional.
Los autores podrían perder su empoderamiento
La entidad llega a esta cita en un momento "complejo", según declaró Pilar Jurado, presidenta de la SGAE.
También expresó que si el nuevo texto estatutario no sale adelante nos encontraríamos ante la última vez que los autores realmente han sido los dueños de esta casa y seguramente, el modelo de gestión que se llevase adelante cambiaría mucho y se perdería "algo único": el empoderamiento del autor.
Pero, además, estarían más cerca de ser intervenidos parcialmente por el Ministerio de Cultura, que recurrió el pasado viernes el auto de la Audiencia Nacional por el que se rechazaba la intervención judicial de la SGAE solicitada por el Gobierno, así como la remoción de sus órganos de representación, el entender que no era competente para ello.
También pendientes de la aprobación de los nuevos estatutos, se encuentra la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), que el 30 de mayo decidió excluir como miembro durante un año a la SGAE de España, a raíz de denuncias que son motivo de gran preocupación en relación con las actividades de la entidad.
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