Se necesita un esfuerzo global unido para evitar que COVID-19 tenga un impacto masivo en la vida de refugiados, migrantes y los que viven en comunidades con altos índices de pobreza.
Solo el 14% de las mujeres y el 10% de los hombres del mundo no tienen ningún sesgo para aceptar las normas sociales de género, apunta un nuevo informe de la ONU.