¿Subirán las petroleras tras la cumbre de la OPEP?

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30/11/2017 - 10:28

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La pugna de declaraciones en la jornada previa al encuentro de los petroestados, tanto los miembros del cártel como los que no lo son no, siembra la incertidumbre sobre las condiciones de la prórroga del recorte de producción.

Hace apenas unos días, todos los analistas daban por descontado que este jueves la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el resto de los grandes productores de crudo prorrogarían sin muchas dificultades hasta diciembre de 2018 el recorte de producción petrolera acordado entre ellos, que vence en marzo del próximo año. Tanto Arabia Saudí, el principal exportador de petróleo y líder de facto de la OPEP, como Rusia, el mayor socio fuera del cártel, parecían estar de acuerdo. Sin embargo, la incertidumbre tiñó de rojo la cotización del barril ayer, conforme afloraban declaraciones contradictorias entre los grandes participantes en los encuentros previos a la cumbre de la OPEP, que tendrá lugar hoy. Con ello, el precio del Brent, de referencia en Europa, cayó un 0,4%, hasta los 63,3 dólares por barril.

Aunque el comité de seguimiento del pacto, formado por seis países miembros y no miebros de la Organización (con Arabia Saudí y Rusia entre ellos), recomendó ayer extender el ajuste de los 1,8 millones de barriles al día durante otros nueve meses hasta final de año, y la mayor parte de los países lo apoyan, Rusia no parece tener claras las fechas. En concreto, el ministro de Energía, Alexander Novak señaló ayer que tiene un "entendimiento común" con su homólogo saudí, Khalid al Falih, y coincide con él en que "el mercado todavía no está completamente equilibrado", por lo que hace falta mantener el recorte de petróleo. Posteriormente añadió que "todos han recomendado que el acuerdo se extienda, y mañana [por hoy] se discutirán los detalles concretos". Una señal de que podría haber algunos puntos de conflicto.

La incertidumbre rusa

Hay dudas sobre qué puede plantear Moscú exactamente. Varias fuentes han asegurado que Moscú persigue la creación de "una salida de emergencia" al acuerdo en el segundo semestre del año. Esto es, que el encuentro que tendrá lugar en junio de 2018 con el objetivo de evaluar el grado de cumplimiento del acuerdo y la posibilidad de volverlo a prorrogar a lo largo de 2019 se convierta un encuentro para revisar los niveles de producción en el caso de que los precios se recalentaran por encima de los niveles actuales. Rusia tiene miedo a esta posibilidad porque volvería a dar oxígeno al fracking estadounidense a costa del volumen de negocio de los empresarios que apuntalan al presidente Putin. Sin embargo, esto dejaría al acuerdo muy descafeinado, únicamente como una "verdadera prórroga de tres meses con una revisión en junio", explica Olivier Jakob, de la consultora Petromatrix

Sin embargo, Rusia también podría perseguir flexibilizar el final del acuerdo, y esto tampoco es halagüeño para las negociaciones, ya que "Arabia saudí cree que es demasiado pronto para discutir una estrategia de salida, porque el mercado todavía no está en equilibrio", señala Amrita Sen, de Energy Aspects. Una de las grandes diferencias entre el país euroasiático y la mayoría del resto de firmantes del acuerdo es que Rusia no cuenta con una única petrolera estatal, sino con cuatro grandes compañías privadas que necesitan elaborar sus planes presupuestarios con antelación para poder reaccionar a la nueva situación con rapidez. Además, los pozos paralizados en la tundra no reúnen las mismas condiciones que en el otras zonas, ya que mantenerlos parados a la espera de reactivarlos conlleva un mayor coste de mantenimiento.

A esto se han unido las escasas expectativas de una mayor revalorización, ya que los precios se sitúan ya cerca de los máximos desde que empezó la crisis y los mercados ya descontaban, desde hace varias semanas, la prórroga del acuerdo. Por ello, aunque la cotización del Brent podría escalar hoy, el margen al alza es más escaso que a la baja en el caso de que haya sorpresas negativas. Además, la perforación hidráulica ha recortado sus costes en los últimos años, por lo que estaría preparada para volver a incrementar la producción con fuerza en el caso de que los precios se mantuvieran por encima de los 60 dólares durante un tiempo. La agencia Moody's, por ejemplo, señala que incluso en el caso de un acuerdo los precios se rebajarían al entorno de los 55 dólares el próximo ejercicio.

Fuente: Expansión

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