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Suiza adoptó en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD) hace una década, el acceso de las personas con discapacidad a la cultura, a pesar de esto, aún no es una realidad. Diversas asociaciones están abocadas a subsanar las deficiencias del sistema.
La primera fila de los teatros suele ser normalmente para las personas con algún tipo de discapacidad física, auditiva o visual. Muchas personas con auriculares no pueden ver el escenario, que está a solo un metro de distancia. Son principalmente personas ciegas o con poca visión que pueden disfrutar de una obra de teatro gracias a una descripción de audio en vivo organizada por la Asociación Ecoute Voir [Escuchar Ver].
El acceso cultural limitado para personas con discapacidad en Suiza
Tener acceso a conciertos, teatro, cine y ópera es un derecho fundamental. En Suiza, estos eventos son comunes para muchas personas, pero aún son una utopía para otras. Aparte de las barreras arquitectónicas y el alto precio, hay poca publicidad sobre las medidas específicas de accesibilidad que existen para permitir que las personas con discapacidades sensoriales disfruten de eventos culturales.
En Suiza no hay ninguna ley que obligue a las instituciones culturales a considerar la accesibilidad para todos, a diferencia de su vecina Francia,la cual tiene una ley que sí obliga a cumplir esta medida; por lo que esta cuestión aún no forma parte de una estrategia nacional. La propuesta de cultura para los años 2025-2028, que guiará la política cultural del Consejo Federal en los próximos cuatro años, no enfatiza lo suficiente la inclusión del público con discapacidad, según denuncia Pro Infirmis. La Oficina Federal de Cultura (OFC) responde que esta propuesta es una guía política amplia que debe ser aprobada por el Parlamento, y que una vez aceptada, se tomarán medidas concretas.
La idea de establecer una obligación legal, como las cuotas femeninas para lograr la igualdad, no tiene un respaldo unánime entre las personas. “Francia es considerada un modelo, pero no es perfecto” según Yann Griset, presidente de SurdiFrance, la Federación Nacional Francesa de Personas Sordas y con Discapacidad Auditiva, aún hay mucho trabajo por hacer. Él dice: "Si tuviera que darle una nota, sería un cinco sobre diez. No es excelente. Significa que estamos avanzando, pero podemos mejorar".
2 de cada 5 personas con discapacidad sienten limitaciones a la hora de participar en actividades culturales
En septiembre de 2023, Pro Infirmis, una organización que promueve la autodeterminación y la inclusión de las personas con discapacidad publicó los resultados de una encuesta realizada entre el 22 % de la población suiza a la que representa. Según el informe, dos de cada cinco personas se sienten limitadas para participar en actividades culturales. La participación cultural está respaldada por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), firmada por Suiza en 2014. Sin embargo, según Nicole Grieve, del Departamento de Cultura Inclusiva de Pro Infirmis, hay un estancamiento en la financiación pública para la diversidad y la inclusión en la cultura.
En 2016, Pro Infirmis lanzó el servicio de Cultura Inclusiva para ayudar a las instituciones en la transición hacia programas e infraestructuras accesibles. Más de 80 instituciones y eventos han recibido una etiqueta que reconoce sus esfuerzos en este sentido. Aunque se debatió la continuidad del proyecto al final del periodo de financiación, el servicio seguirá con un equipo reducido y una oferta reorientada.
Hay una necesidad de financiación para la inclusión en el sector cultural
El principal problema señalado por varias organizaciones que trabajan por la inclusión en el sector cultural es la falta de financiación. Stéphanie Zufferey, miembro de la junta directiva de Pro Infirmis, destaca que la organización ofrece asesoramiento gratuito especializado desde hace ocho años, pero reconoce que debería ser remunerado. Además, insta a las autoridades a implicarse más financieramente para hacer que la sociedad sea más inclusiva.
Las personas con diferentes discapacidades pueden encontrar apoyo en muchas asociaciones locales, regionales y suprarregionales que las incluyen en eventos culturales públicos. Se organizan actividades en todo el país, como proyecciones de películas con audiodescripción, visitas táctiles y descriptivas a museos, y sobretitulación en el teatro.
La Orquesta Sinfonietta de Lausana (Suiza) ofrece a personas sordas y con dificultades auditivas la oportunidad de asistir a conciertos de la temporada, proporcionándoles chalecos vibradores.
Además de la inclusión, Stéphanie Zufferey destaca la importancia de cambiar la forma en que se ve la discapacidad en la sociedad. Señala cómo algunas personas cuestionan si las personas con discapacidad tienen derecho a participar en eventos culturales. "Puedes hacer toda la mediación cultural que quieras", dice, "pero si la persona no se siente legitimada para participar, no vendrá".
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