Descubre dónde están y qué son las tierras raras de Ucrania que quiere Trump

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se ha mostrado abierto a “compartir” sus recursos minerales a cambio de apoyo militar, como ha pedido el presidente estadounidense, Donald Trump, según informan medios como The Wall Street Journal.

Ucrania es un potencial proveedor clave de metales de tierras raras, como titanio, litio, berilio, manganeso, galio, uranio, circonio, grafito, apatita, fluorita y níquel. De hecho, posee las mayores reservas de titanio, con el 7 % mundial, según el Foro Económico Mundial (WEF). 

Las tierras raras son esenciales para la industria de la alta tecnología, el sector aeroespacial, la defensa y la energía verde, entre otros.

Según el Instituto Geológico de Ucrania, el país cuenta con seis yacimientos, con la mirada puesta en el de Novopoltavske, uno de los más grandes del mundo en tierras raras.

Dónde están y qué son las tierras raras de Ucrania que quiere Trump

En el contexto de la carrera global por recursos estratégicos, las tierras raras han emergido como uno de los minerales más codiciados debido a su uso esencial en la fabricación de alta tecnología, desde imanes potentes y baterías de alta capacidad hasta componentes electrónicos avanzados.

Recientes estudios han revelado que Ucrania podría albergar depósitos significativos de estos elementos, lo que ha despertado el interés de importantes figuras internacionales, incluido el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que, a pesar de su nombre, no son necesariamente escasos en la Tierra, sino que su extracción resulta complicada y costosa. Estos elementos son fundamentales para la industria moderna: se utilizan en la fabricación de motores eléctricos, en la producción de paneles solares y en tecnologías de comunicación, entre otros. La capacidad de estos minerales para mejorar la eficiencia de dispositivos electrónicos y sistemas energéticos los convierte en un recurso estratégico en la era de la innovación tecnológica y la transición energética.

En este sentido, Ucrania, con su diversidad geológica, ha comenzado a atraer la atención internacional por la posible existencia de depósitos de minerales. La relevancia de estos recursos no solo radica en su aplicación en la industria, sino también en su potencial para influir en la economía y la seguridad energética de los países que los explotan.

Aunque el país no ha sido históricamente reconocido como un gran productor de estos minerales, la investigación ha abierto nuevas posibilidades para su exploración y explotación. Los depósitos identificados se encuentran en áreas de difícil acceso, lo que podría explicar por qué han permanecido relativamente inexplorados hasta ahora.

La exploración y eventual explotación de estos recursos podría representar un cambio importante para la economía ucraniana, aportando nuevas oportunidades de inversión y desarrollo industrial. Sin embargo, su extracción requiere de tecnologías avanzadas y una gestión ambiental rigurosa, ya que el proceso puede generar impactos significativos en el entorno si no se realiza de manera responsable.

El interés geopolítico y la visión de Trump

El interés en estas explotaciones mineras no es solo económico, sino también geopolítico. Líderes y expertos coinciden en que controlar estos recursos es fundamental para garantizar la independencia tecnológica y la seguridad nacional en un mundo cada vez más digitalizado y dependiente de la tecnología. En este escenario, figuras como Donald Trump han mostrado un particular interés por potenciar la explotación de estos minerales en regiones estratégicas.

Trump, conocido por sus posturas en política económica y de seguridad, ha argumentado que aumentar la producción de tierras raras en países aliados podría reducir la dependencia de proveedores externos y fortalecer la competitividad en sectores clave. Su visión se alinea con una estrategia que busca aprovechar al máximo los recursos naturales para impulsar la innovación tecnológica y la seguridad energética. La posible explotación de estas tierras en Ucrania se presenta, por tanto, como una oportunidad para reconfigurar las alianzas estratégicas y fortalecer la posición de países en la economía global.