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Washington, 18 ene (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, calificó hoy a México como "el país más peligroso del mundo" y aseguró que nunca ha cambiado de opinión sobre cómo debería ser el muro y quién debería pagarlo, un tema que ha generado una aparente disputa entre el mandatario y su jefe de gabinete, John Kelly.
En una serie de tuits, Trump contradijo a Kelly, quien este miércoles afirmó que el presidente estaba "desinformado" cuando hizo algunas promesas de campaña en 2016 y que su opinión sobre el muro que quiere construir en la frontera con México ha "evolucionado" desde entonces.
"El Muro es el Muro, nunca ha cambiado o evolucionado desde el primer día que lo planteé. En partes de él, por necesidad, se verá a través y nunca se consideró que fuese a ser construido en áreas donde hay protección natural como montañas, páramos o ríos", recalcó Trump.
También insistió en que el muro "será pagado, directa o indirectamente o a través de un reembolso a largo plazo, por México, que cuenta con un absurdo superávit de 71.000 millones de dólares con Estados Unidos".
"El coste de 20.000 millones de dólares es mínimo comparado con lo que México consigue de Estados Unidos. ¡El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es un mal chiste!", señaló Trump.
El mandatario volvía así a criticar el pacto comercial en vigor desde 1994 entre Estados Unidos, Canadá y México, una semana antes de que comience la sexta ronda de renegociaciones del acuerdo.
Pero lo que más indignó al Gobierno mexicano fue que Trump manifestara, en otro tuit, que Estados Unidos "necesita" el muro para ayudar a detener el flujo masivo de drogas desde México, "que ahora está calificado como el país más peligroso del mundo".
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana (SRE) afirmó en un comunicado que, aunque afronta "un problema significativo de violencia, es abiertamente falso que México sea el país más peligroso del mundo", ya que otras naciones latinoamericanas "tienen tasas de homicidios superiores".
Además, la Cancillería subrayó que "México no negociará el TLCAN, ni ningún otro aspecto de la relación bilateral, por medio de las redes sociales o los medios de comunicación".
El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, llegó hace casi un año a un acuerdo con Trump para no hablar en público sobre quién financiará la construcción del muro en la frontera, pero el líder estadounidense ha roto ese pacto varias veces desde entonces.
Los mensajes de Trump también evidencian una aparente brecha con su jefe de gabinete, a raíz de las declaraciones que éste hizo el miércoles ante los demócratas del Caucus Hispano del Congreso (CHC).
"Este presidente ha pasado por un proceso de evolución, y les dije a los legisladores que estaban en la sala que todos dicen cosas en las campañas que pueden estar o no completamente informadas", dijo Kelly en declaraciones a la cadena Fox News tras la reunión.
Kelly añadió que Trump ha sido "muy flexible" respecto al muro y, sobre la promesa de que México pagará por el proyecto, indicó: "De una forma u otra, es posible que consiguiéramos los ingresos de México, pero no directamente de su Gobierno".
Añadió que la Casa Blanca baraja costear el muro con "cosas como (el aumento de las) tasas de los visados y la renegociación del TLCAN, con el efecto que eso tendría en la economía" estadounidense.
Según informaron hoy varios medios, Trump se puso "furioso" cuando se enteró de que Kelly había descrito de esa forma su posición sobre el muro y volcó su rabia sobre el jefe de gabinete, un general al que siempre ha respetado enormemente.
No obstante, Trump negó hoy que Kelly hubiera dicho que él estaba "desinformado" durante la campaña y elogió su labor.
"Creo que el general Kelly está haciendo un trabajo realmente estupendo. Es un tipo muy especial", dijo Trump a los periodistas.
Mientras, el portavoz adjunto de la Casa Blanca, Raj Shah, aseguró que Trump no está enfadado con Kelly, sino con "la cobertura de los medios de comunicación", que "sacaron de contexto los comentarios del jefe de gabinete".
"(Kelly y Trump) tienen una gran relación, y eso sigue", dijo Shah.
El episodio se enmarca en las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso para llegar a un acuerdo que proteja de la deportación a decenas de miles de jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos de niños, conocidos como "soñadores".
La Casa Blanca ha condicionado cualquier acuerdo sobre ese tema a la aprobación de fondos para construir el muro y de ciertas reformas al sistema migratorio legal, y Trump insistió hoy en un tuit en que "si no hay Muro, no hay Acuerdo".
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