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Washington, 28 dic (EFE).- El presidente estadounidense, Donald Trump, revocará mañana, viernes, una norma que establece estándares medioambientales para la técnica de extracción de hidrocarburos conocida como fracturación hidráulica o "fracking" en terrenos federales, impulsada por el gobierno de Barack Obama en 2015.
"Esta norma es necesaria para evitar la carga innecesaria, requerimientos administrativos injustificados y costes de cumplimientos impuestos por la decisión de 2015 sobre el desarrollo de gas y petróleo", señala la nota divulgada por la Oficina de Gestión de Suelos del Departamento del Interior, y que será publicada mañana en el Registro Federal.
Tras años de discusión, el gobierno de Obama decidió en 2015 obligar a las compañías energéticas a cumplir con los estándares federales de seguridad en la construcción de pozos empleados para este técnica de extracción petrolera y de gas y hacer públicos los químicos empleados en el proceso.
No obstante, la medida de Obama estaba bloqueada por decisión de un juez de Wyoming, que argumentó que el Departamento de Interior no no tiene autoridad sobre la cuestión.
Ese nuevo procedimiento de extracción de hidrocarburos ha generado preocupación entre la población por el peligro de que provoquen la contaminación del agua potable, la emisión de gases tóxicos al aire e incluso temblores de tierra.
Gracias a la fracturación hidráulica, EEUU ha vivido un "boom" de producción energética de petróleo y gas que ha ayudado al descenso del precio de la energía.
Los productores de petróleo y gas han aplaudido la decisión de Trump, ya que era "excesivamente restrictiva y reforzaba la seguridad más que lo exigido por las leyes estatales", en palabras de Barry Russell, presidente de la Asociación de Productores de Petróleo de EE.UU., publicadas en un comunicado.
Frente a esto, grupos medioambientalistas como el Centro de Diversidad Geológica han acusado al gobierno de Trump de poner "en peligro la salud pública y la vida silvestre al permitir que la industria del 'fracking' pisotee las tierras públicas".
La decisión del Gobierno de Trump, que se suma a otras similares de relajación de exigencias medioambientales, tiene como objetivo crear más empleos y reforzar la independencia energética del país, según ha indicado el propio mandatario.
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