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México, 24 feb (EFE).- Un empresario compró este fin de semana dos vehículos en 182.000 dólares en una subasta de vehículos oficiales, de anteriores administraciones, que llevó a cabo el Gobierno mexicano para conseguir recursos para diversos programas.
Los vehículos, que fueron utilizados por el extinto Estado Mayor Presidencial (EMP), cuerpo de seguridad que cuidaba de presidentes y expresidentes mexicanos, fueron los más caros del sábado y el domingo, respectivamente.
Este día, el empresario Enrique Herrera, dedicado al ramo de seguridad en el estado de Nuevo León, norte de México, adquirió en 1,6 millones de pesos (unos 83.500 dólares) una camioneta Suburban, de la marca Chevrolet luego de que ayer compró un Audi A8 W12 modelo 2012 en 1,99 millones de pesos (unos 104.000 dólares). Ambos con un nivel de blindaje 6.
En la segunda última jornada de la subasta, que se llevó a cabo en el aeropuerto de Santa Lucía, en el céntrico Estado de México, se ofertaron 117 vehículos y se concretaron 97 compras entre autos de lujo, camionetas blindadas, autos compactos, motocicletas.
El sábado salieron 111 lotes de los cuales se cerraron 98.
En total de los 218 lotes se vendieron 195 y los restantes se declararon desiertos en espera de ser vendidos en la siguiente subasta que será en abril.
El Gobierno mexicano informó que los compradores tiene hasta el 1 de marzo para cerrar su compra.
Apenas el viernes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó que "todo se va a subastar, porque necesitamos recursos para programas de bienestar" y para la creación de la Guardia Nacional, un futuro cuerpo de seguridad pública de carácter civil formado por policías y también, durante los primeros 5 años, por militares.
Desde su campaña a la presidencia y ahora como primer mandatario, López Obrador ha hecho énfasis, con base en los principios del expresidente Benito Juárez, en que el funcionario mexicano debe vivir "en la justa medianía" y que el concepto de austeridad republicana que impulsa su Gobierno busca básicamente "terminar con los lujos" y por ello le dio decidió deshacerse de esos vehículos.
El precio de salida del total de los 218 vehículos fue de casi 57 millones de pesos (casi 3 millones de dólares) y el Gobierno mexicano buscaba recaudar unos 100 millones de pesos (unos 5,2 millones de dólares).
En abril habrá otra subasta, pero será de 54 aeronaves, aviones y helicópteros, y más adelante habrá otra oferta de 66 vehículos de lujo decomisados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Públicoa (SHCP) y que fueron hallados en un almacén.
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