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La moda de segunda mano se consolida como una alternativa sostenible, económica y con impacto social en España. Un reciente estudio elaborado por la Humana Fundación Pueblo para Pueblo revela que actualmente hay cerca de 800 tiendas físicas dedicadas a este tipo de comercio en todo el país. Esta cifra refleja un crecimiento constante en los últimos años y un cambio de mentalidad en los hábitos de consumo de los españoles.
Un crecimiento repartido de forma desigual de segunda mano
A finales de 2024, el informe documenta la existencia de 743 tiendas repartidas en 178 municipios, aunque advierte que el número real podría ser superior a 800, ya que el estudio no ha contemplado algunos establecimientos situados en pequeñas localidades o zonas rurales.
La concentración geográfica de estos negocios muestra una clara tendencia urbana: Cataluña, Andalucía y la Comunidad de Madrid aglutinan la mitad de estos establecimientos, siendo las ciudades de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla las que lideran el ranking por número de tiendas.
Predominio del modelo social
Una de las características más destacables del sector de la moda de segunda mano es el protagonismo de las entidades de la economía social, que gestionan aproximadamente el 47 % de los 800 comercios. En total, el estudio identifica a 72 operadores distintos, de los cuales cinco concentran la mitad del mercado.
La red Moda re-, impulsada por Cáritas, lidera el panorama con 173 establecimientos en todo el país, seguida por la Asociación Española de Recuperadores de Economía Social y Solidaria (AERESS) con 66 tiendas, Humana con 52, la ONG Madre Coraje con 33 y la Fundación Cudeca, especializada en cuidados paliativos, con 24.
Los demás negocios de segunda mano están en manos de operadores de menor tamaño o empresas privadas que también apuestan por este modelo de negocio.
Una segunda vida para la ropa... y para la sociedad
La mayoría de las prendas que se comercializan en tiendas de segunda mano proceden de donaciones ciudadanas, recogidas en contenedores situados en la vía pública o directamente en los propios locales. En algunos casos, también se incluyen productos nuevos procedentes de excedentes de marcas de moda, que encuentran en estas tiendas un canal para evitar el desperdicio.
Este sistema no solo alarga la vida útil de la ropa, sino que contribuye activamente a la inclusión social, la generación de empleo para colectivos vulnerables y la reducción del impacto ambiental del sector textil.
Transformación del modelo comercial
El informe destaca, además, la profunda transformación estética y funcional que han experimentado estos comercios. Si bien en el pasado muchos de ellos eran percibidos como espacios desordenados, con una oferta limitada y poco atractivos para el cliente medio, hoy la realidad es muy distinta.
Actualmente, la mayoría de estas tiendas apuestan por una imagen cuidada, ambientes amplios y organizados, con una oferta variada y adaptada a un público cada vez más diverso. El objetivo es claro: romper los prejuicios asociados al consumo de segunda mano y atraer tanto a consumidores concienciados con el medioambiente como a quienes buscan moda asequible y con estilo.
Un futuro prometedor
Todo indica que esta tendencia seguirá en expansión. El creciente interés por un consumo más responsable, junto con el impulso de políticas públicas orientadas a la economía circular, podrían hacer que el número de tiendas siga aumentando en los próximos años. Además, el protagonismo de las entidades sociales garantiza que este modelo de negocio no solo sea rentable, sino también solidario y sostenible.
La moda de segunda mano ya no es una opción marginal, sino una alternativa consolidada y en auge dentro del panorama comercial español. Con casi un millar de establecimientos repartidos por todo el país y una fuerte implicación del tercer sector, esta tendencia demuestra que es posible vestir con estilo, cuidar el planeta y contribuir al bienestar colectivo.
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