Miles de venezolanos buscan una segunda oportunidad en Brasil

Miles de venezolanos caminan más de doce horas con niños en brazos, soportan el hambre o se enfrentan la corrupción de las mafias de frontera con la ilusión de encontrar una vida con "dignidad" en un Brasil azotado por la pandemia y el desempleo. 

Los venezolanos sortean un sinfín de adversidades para llegar hasta Brasil

Cuando llegan a su destino soñado, lo hacen con la meta de comer todos los días y lograr un trabajo para cubrir sus necesidades más básicas, aunque Brasil también sufre una importante crisis sanitaria y económica a partes iguales. 

Muchos de estos migrantes llegan a la ciudad de Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso (centro-oeste), donde coinciden todos en una misma sensación de bienestar que en su país dejaron de tener y que los obligó a partir hacia nuevos horizontes. 

Concretamente, Brasil comparte su frontera con Venezuela por el estado de Roraima (norte), lugar por el que pasan a través de los controles migratorios cientos de sueños y esperanzas que van desde un joven en silla de ruedas que viaja solo a dos familias con menores de edad, entre tantos.

Salió en silla de ruedas desde Venezuela hasta Brasil

Winder García salió en silla de ruedas desde Venezuela hasta Brasil, aunque pueda parecer una historia de ficción, pero esta es la realidad de a quien la severa crisis económica venezolana lo obligó a partir en busca de una mejor vida, por la que lucha ahora en Cuiabá.

"Por mis condiciones no fue fácil salir, pero tomé la valentía y sin mirar para atrás", aseveró a Efe tras detallar que en algunas ocasiones debió transitar por carreteras de su país y Brasil por más de 12 horas. 

García fue funcionario durante varios años en Venezuela e insistió en que "no se puede discriminar a todos los venezolanos" ya que pone todas sus esperanzas en aprender portugués, encontrar un empleo estable o iniciar su propio negocio de barbería. 

En Brasil busca "ver crecer, estudiar y tener una carrera"

Por su parte, Juan Carlos Núñez llegó a Brasil hace tres años y medio y logró reunirse con su esposa e hija de cinco años en Cuiabá, donde se dedican a la venta callejera de paños de cocina y golosinas para lograr el sustento diario. 

"Tuve que pedir dinero prestado, no teníamos para comer, no había trabajo, no teníamos nada", afirmó a Efe en relación a los motivos que lo obligaron a salir de su país natal. 

Sin embargo, Núñez asegura que, a pesar de las pocas posibilidades de empleo formal, en este país busca "ver crecer, estudiar y tener una carrera" a su hija de cinco años. "Nada como Brasil. Brasil es el mejor país para recibir al inmigrante", expresó.

El Gobierno brasileño tiene vigente la 'Operación Acogida' desde 2018

Al respecto, el Gobierno brasileño, con el apoyo de organismos internacionales, tiene desplegada la llamada 'Operación Acogida' desde 2018 para recibir a los venezolanos que huyen de la crisis social, política y económica de su país.

Por este programa, cerca de 53.000 migrantes de la nación caribeña han sido 'interiorizados' y acogidos en más de 670 municipios brasileños, aunque muchos de ellos siguen en condiciones muy precarias, según datos oficiales,

No obstante, la situación en Brasil tampoco es la ideal por la crisis sanitaria, económica y el desempleo. La pandemia de la Covid-19 no está controlada, con más de 511.000 muertes asociadas al virus y 18,3 millones de infectados, aunque la campaña de vacunación avanza, pero a un ritmo muy lento.